Sweet & Sour: junio 2013

domingo, 30 de junio de 2013

CHIPS DE BERENJENAS A LA MIEL DE CAÑA, para Raúl.


El asalto al blog de Raúl "Contigo en la Playa", ha sido la excusa perfecta para preparar este plato tradicional andaluz, de las provincias de Málaga y Granada, y que desde que lo probé el verano pasado con Begoña y sus hermanas en Nerja me conquistó. Nunca pensé que al freír una verdura como la berenjena, se pudiera obtener un plato tan exquisito y tan asemejado a las patatas fritas. Eso si, como acaban siendo fritura, el asalto al blog de Raúl, como os digo ha sido la excusa perfecta para prepararlas.

Si aun no conocéis su blog, ya estáis tardando, Raúl, murciano para mas señas, nos tiene preparadas recetas sencillas pero con mucho sabor, que os encantarán. De hecho no me ha sido difícil encontrar una receta rica, y rápida, su blog está lleno de ellas, además de ser un encanto de persona. Lo difícil ha sido decidirme por solo una, a cada cual me gustaba mas y son muy sencillas de preparar.

La idea de esto reto, "El asalta Blog" ideado por Conchy de Gastroandalusi, es "asaltar" cada mes un blog, investigarlo y elegir una receta que prepararemos en casa respetando sus ingredientes, pero podemos darle nuestro aire o impronta. Como veis mi opción ha sido sencilla, rápida y riquísima. Y además muy andaluza, haciendo también un pequeño guiño a la anfitriona.  Por cierto, que os veo, no tengáis mentes mal pensantes, que no estoy peloteando, que la elección del blog es aleatoria. Aquí os dejo el enlace con todos los robos de recetas y las manos culpables.

Esta receta, tiene sus pequeños trucos para que nos queden unos chips bien crujientes, entre ellos cortar las rodajas de berenjena bien finitas, y una vez cortadas dejar las rodajitas de berenjena 1 horita con un poco de sal para extraer el agua y el amargor que puedan tener. Y eso si, secarlas bien y retirar la sal, antes de freír en aceite de oliva bien caliente. 

Deliciosas como aperitivo con una cervecita bien fría que es como las tomamos en casa, aprovechando que ese día Lorenzo quería agradarnos con su presencia.


No llevan harina así que van con algo menos de remordimiento, y están finalmente aderezadas con un poco de miel de caña de Frijiliana, un pueblo precioso de la sierra malagueña, en la comarca de la Axarquía, comarca en la que se da también la mejor uva moscatel de España, y que tuve la oportunidad de descubrir el verano pasado.



Y de paso me enteré que esa miel de caña de azúcar "Ntra. Sra. del Carmen", que compraba en Bilbao, es precisamente de Frijiliana, única población en Europa en donde se prepara siguiendo la tradición heredada de los árabes, ya que además el cultivo de la caña de azúcar solo se realiza en una parte muy concreta de Andalucía oriental, ésta. 

Incultura gastronómica hasta ese día. A veces tenemos tanta ansia de saber, y pensamos que lo que no conocemos está fuera y lejos de nuestras fronteras, y olvidamos que aquí tenemos mucho y de calidad.

Vamos con la receta que es muy sencillita:


INGREDIENTES: (Para 4 personas)

- 2 Berenjenas firmes, brillantes y con buen color.
- Sal.
- Aceite de oliva de calidad.
- Miel de Caña


PREPARACIÓN:


Lavamos, secamos bien nuestras berenjenas. Retiramos el pedúnculo y cortamos en rodajas lo mas finas posible.

Si queréis pelarlas podéis hacerlo, pero utilizad un pelador o cuchillo dentado, para esta piel, lo mismo que para pelar tomate el pelador con cuchilla tradicional haría un escarnio.

Colocamos en un plato separadas unas de otras y salamos por las dos caras, dejándolas reposar 1 hora mas o menos a temperatura ambiente.

Durante ese tiempo perderán agua y amargor.

Secamos bien con papel absorbente y retiramos el exceso de sal, de lo contrario os quedarán muy saladas.

Freímos en abundante aceite de oliva bien caliente. En este caso utilicé mi freidora "vintage" que está conmigo desde que me casé...y ya son muchoss años. Es que en casa los fritos no son la primera opción por eso de la salud, así que la pobre trabaja poco y se conserva como nueva, pero con su aire años 90 recién estrenados, casi una antiguedad.

Veis como no soy una compradora compulsiva de artilugios de cocina. Solo los necesarios, pero con esta afición es que son muchos.

Vamos a lo que vamos, que las pobres berenjenas las tenemos en el aceite y se nos van a achicharrar.


 Las berenjena al ser tan finitas se curvarán como patatas chips al entrar en el aceite. Sacamos cuando estén doraditas, y dejamos reposar sin amontonar sobre papel absorbente.Si las amontonáramos se nos reblandecerían y se nos llenarían de aceite, justo lo que tratamos de evitar.

Servimos calientes, regadas con miel de caña y una cervecita bien fría.


El dulzor un tanto recio de la miel de caña acompaña a la perfección a estos chips de berenjena, que están para empezar y no parar.

Gracias Raúl por esta receta. Espero que te haya gustado.

A disfrutar.

VIRGINIA

jueves, 27 de junio de 2013

LASSI DE MANGO


Y por fin aquí está la solución al enigma. Sabéis que me gustan sobremanera los postres lácteos, y también que a la par se encuentran la comida árabe y la india. Pues hoy os traigo un receta sencillísima, que os refrescará este verano y auna ambas condiciones, es un postre-bebida láctea y de origen indio.

El lassi  es una bebida tradicional de la India hecha a base de yogur y que se utiliza por aquellas tierras para refrescarse, ya que se bebe fría. De hecho el lassi no solo ayuda a la digestión, sino que como decimos refresca el paladar de los sabores picantes e intensos que nos regala la gastronomía hindú. Se sirve entre comidas, para tomar entre horas, y puede ser dulce o salado; este último a veces está condimentado con comino y pimienta. También existe el lassi que añade a su composición frutas como el plátano, el mango o la papaya.

Existen mil variantes de esta bebida fría, todas las que vuestras papilas gustativas imaginen, y equivaldría a nuestros batidos de toda la vida, pero con yogurt. Todas ellas son sencillísimas, y dependiendo del tipo de yogurt y leche empleados, pueden ser incluidos en época de "restricciones pro-bikini". Vamos ya me entendéis. Los intolerantes a la lactosa podéis probar con leche de soja, almendras o cualquier otra que se os ocurra. No os vais a quedar sin semejante manjar.

Por cierto el vasito metálico en el que hemos servido el Lassi, es Indio y es el recipiente que en India utilizan habitualmente para tomar el té. Le tengo mucho cariño, me lo regaló una persona que conoce profundamente India, y es un pequeño placer hacer uso de él y compartirlo con vosotros.

Vamos con la receta que como os digo es rápida y riquísima



INGREDIENTES:

- 250 ml (1 cup) de yogurt natural casero muy frío (griego, Bio o el que mas os guste)
- 250 ml (1 cup) de Leche entera muy fría.
- 150 gr. (1 cup) de Mango fresco, troceado y congelado posteriormente.
- 50 gr. de azúcar (al gusto)

PREPARACIÓN:

En el vaso del procesador de alimentos, licuadora o en mi caso Thx, depositamos todos los ingredientes y trituramos durante un minuto mas o menos, a velocidad progresiva 5-7-9, o hasta que la fruta haya desaparecido y tengamos esta especie de batido.

Servir de inmediato o refrigerar previamente, si no está lo suficientemente frío. Se mantiene en perfecto estado, al menos 24 horas en la nevera.


Podéis tomarlo sin ningún sabor añadido, como bebida láctea refrescante, o incluir cualquier fruta.  La idea de incorporar la  fruta congelada es para obtener ese frescor instantáneo y no tener que esperar, pero la podéis añadir tal cual y enfriar.

El azúcar lo añadís al gusto. Yo no soy muy dulcera así que con 50 gr. ha sido mas que suficiente. Si queréis podéis añadir edulcorante y utilizar yogurt desnatado y leche desnatada, el Lassi será Light, pero no tan cremoso. Hay quien en lugar de leche le añade agua.

Es absolutamente refrescante y delicioso, y en casa lo preparamos de diferentes formas, dependiendo de que nos apetezca mas en cada momento. De hecho tenemos una versión para postre veraniego, con café expreso y maple syrup que está inmejorable.

VIRGINIA.

lunes, 24 de junio de 2013

MANZANAS DORADAS EN AMLOU CON SIROPE DE ARROPE, para "Tía Alia"



Esta entrada la tengo preparada y pujando para para salir en la bandeja de borradores desde hace casi un mes. Chica previsora diréis. Bueno quizás, pero es que no podía faltar a la última publicación del Reto de mi querida Carmen, hasta el proximo mes de Septiembre.

Como diría aquel, hoy, aprovechando la propuesta de Tía Alia, os traigo un mix-fusión, con una pequeña reflexión. Una receta bereber, con su equivalente en la repostería sefardí, y sobre la base del recetario de Tía Alia. Una receta preparada con la básica manzana, y en definitiva un ejemplo mas de como la cocina bebe en las raíces de su historia, en los pueblos que hicieron de cada País o región lo que son hoy y por supuesto en los frutos de su tierra.


Y es que se que Carmen esta vez me va a disculpar. Ella sabe que  acostumbro a ser 100%  fiel a las recetas de Tía Alia. Me gusta experimentar sus platos, puesto que de eso se trata. Pero es que en esta ocasión, no me he podido resistir a traeros esta receta, que desde que se la vi a los chicos de Nueva Cocina Marroquí, me rondaba la cabeza. Y así he tuneado un poco, o bueno, un mucho, según se mire, la receta inicial de tía Alia. 

La que nos presentaba Carmen para el reto mensual, se trataba de unas ruedas de manzana, maceradas previamente en licor y azúcar, y posteriormente rebozadas y fritas, y que Tía Alia  denomina Manzanas Doradas y resultan ser unos fantasticos buñuelos.



Yo en esta ocasión he seguido el espíritu de la receta, del que no me he apartado un ápice, pero las he macerado en Amlou líquido y tras la fritura con un toque de agua de azahar, las he finalizado con un baño de sirope de arrope y sésamo tostado, transformando la receta inicial, en una receta bereber de los habitantes del Atlas Alto. Se trata de una receta que además de servir de desayuno o merienda, se suele utilizar como acompañamiento de platos de carne, y que es muy similar a una antigua receta sefardí, los buñuelos de manzana con arrope. Una absoluta delicatessen.

Y os estaréis preguntando, ¿que es el Amlou

El Amlou, es una pasta que se prepara mezclando almendras tostada y molidas con miel, y aceite de argan. Es el equivalente a la mantequilla de cacahuete americana o a nuestra nocilla, pero esta pasta habla marroquí. 

Dependiendo del uso que se le vaya a dar, las proporciones serán distintas. En este caso lo queremos líquido, en lugar de con textura de pasta, y por tanto con mayor proporción de aceite y miel. Una bomba calórica, es cierto, pero absolutamente deliciosa. Además no la vamos a tomar a cucharadas, solo lo utilizaremos para macerar la fruta, impregnándola de sus aromas y sabores a fruto seco y miel, que me han parecido terriblemente atractivos al paladar.


  
El aceite de Argan, el que muchos de vosotros ya conoceréis, es lo que denominan el "oro líquido de marruecos". Es el aceite extraído del fruto seco que produce el árbol Arganda Spinosa, que crece solo en el suroeste de Marruecos, y que por su composición es rico en antioxidantes y Vitamina E. Se utiliza tanto en cosmética, principalmente para piel y uñas, como en gastronomía. En este caso se presenta generalmente tostado y tiene un sabor a nuez exquisito.

Para finalizar la presentación, hemos preparado una especie de sirope de arrope con uvas enteras en lugar de con mosto. Con este sirope, que no es sino una especie de jalea densa, hemos bañado nuestros aros de manzana, y finalmente los hemos espolvoreado con semillas de sésamo tostado. El dulzor natural del sirope preparado a base de uva moscatel es el contrapunto ideal a estas manzanas maceradas en Amolu y fritas con ligero toque de agua de azahar.

No precisan nada mas, unos dedos limpios y por supuesto contención, porque os aseguro que algo tan sencillo está tan sumamente delicioso, que deberás contenerte, ya que el aporte calórico es importante.

¿Quien dice que comer manzanas es de dieta? 

Así que aquí van mis manzanas doradas en amlou, con sirope de arrope, para Tía Alia.



INGREDIENTES: (Para 4 personas)

2 manzanas reineta.
Aceite de girasol para freír. 
Sésamo tostado.

Para el amlou:

- 3 Tbsp-C/S de almendras enteras.
- 6 Tbsp-C/S de miel suave.
- 6 Tbsp-C/S de aceite de argan.

Para la tempura:

- 50 gr de harina de arroz.
- 115 gr. de harina de trigo con levadura.
- 1/2 Tsp de leudante o Levadura Royal.
- 1 Tbsp de Agua de Azahar.
- Agua helada.

Para el sirope de arrope:

- 1 kg de uva moscatel.
- 3Tbsp de agua.
- El zumo de 1 limón.

* Tbsp - C/S - Cucharada sopera
   Tsp- C/P - Cucharilla de postre

PREPARACIÓN:

Comenzamos preparando el sirope de arrope, ya que lleva un poco de tiempo. Yo inicialmente lo preparé con uva garnacha, pero me resultó muy oscuro y demasiado denso, porque además las pasé por el pasapurés, en lugar de por el chino, así que las sustituí por uva moscatel y el resultado ha sido mucho mejor en textura y absolutamente delicioso en sabor.


Como os digo el arrope se prepara con el zumo de la uva sin fermentar dejándolo cocer muchas horas hasta que espesa.

En mi caso al no disponer de zumo de uva natural, utilicé, como hicieron los chicos de Nueva cocina marroquí, la uva entera sin pepitas, con un poco de agua y zumo de limón, dejando que el calor a fuego lento, fuese poco a poco reblandeciendo la uva para poder extraer su jugo posteriormente con facilidad. Esto me llevó 1 hora aproximadamente.


Luego, ayudada de un pisa patatas, exprimí las uvas en el propio cazo que las había cocido, como si se tratara de una presa. Colé la preparación por el chino, presionando bien, para no dejar una gota de zumo, (ojo solo zumo), y de nuevo a fuego bajo, una media hora mas, lo dejé reducir hasta que se caramelizó y densificó. Fijaos que no utilicé una sola gota de azúcar refinado, tan solo el propio azúcar de la uva.



El resultado esta especie de jalea, densa  con un dulzor natural extraordinario, nada empalagoso y que sirve para endulzar cualquier cosa y para tomarla tal cual. Fíjate que yo no soy dulcera, sino por el contrario, como sabéis soy chica ácida, pero los sabores dulces naturales como la miel o este del arrope, no me empalagan, al revés, mi paladar disfruta enormemente con ellos, lo que no me ocurre con muchas de las preparaciones americanas que rebosan azúcar refinado.

Vamos con el Amlou:



Tostamos las almendras en una sartén sin aceite, hasta que estén doradas y desprendan todo su aroma. Las trituramos muy finas, pero no deben molerse hasta convertirse en polvo total. Dicen que suele ser mejor hacerlo con almendras con piel.



En un bowl grande mezclamos bien el aceite de argán y la miel y añadimos las almendras molidas.


Pelamos las manzanas, las descorazonamos y las cortamos en rodajas no muy gruesas, como del canto de una moneda de 1€ o algo mas. Yo lo hice con la mandolina para que todas fueran del mismo grosor.


Las sumergimos durante 2 horas en el Amlou líquido para que maceren y adquieran los aromas y matices de esta preparación. Durante este tiempo las manzanas se reblandecerán ligeramente.


Pasado este tiempo, preparamos la tempura, tratando que nos quede una masa densa pero ligera. Las rebozamos en ella, y las freímos en aceite de girasol caliente. Sacamos sobre papel absorbente y dejamos que escurran el aceite sobrante.


Llevamos al plato que vayamos a servir, regamos con el sirope de arrope y espolvoreamos con el sésamo tostado. Absolutamente delicioso. En nuestro caso, las disfrutamos de postre, y también acompañando a un plato de carne asada, con el que disfrutamos de lo lindo.


Y con esta receta nos despedimos del reto hasta Septiembre. A ver que nos prepara Carmen para la vuelta de vacaciones. 


Consejos:

- Si no disponéis de aceite de argan os aconsejo sustituirlo por aceite de nuez, y si tampoco lo encontráis, utilizad un aceite neutro como el de girasol, nunca el de oliva, se trata de que predomine el aroma a miel y frutos secos y el aceite de oliva taparía estos aromas.

- No dejéis de añadir el sirope de arrope, es absolutamente delicioso y descubriréis con el una nueva forma de endulzar de forma natural cualquier preparación. Lleva un poco de tiempo pero se conserva perfectamente semanas en la nevera.

A disfrutar.

VIRGINIA

viernes, 21 de junio de 2013

ALMERÍA Y CABO DE GATA, viaje relámpago


Como os comenté en mi última entrada, esta semana me he mantenido un poco alejada del blog, entre otras razones, por algún que otro viaje y algún que otro compromiso. Y voy a continuar esta semana al menos en la misma situacion, pero no quería dejar de compartir con vosotros la escapada meteórica del fin de semana pasado a Almería.

Nunca mejor dicho, fue un visto y no visto, ya que como sabéis vivo en Bilbao, y bajamos el viernes en coche, para estar de vuelta el domingo, y así poder continuar con nuestras obligaciones laborales el lunes. De todas formas como veréis, cundió de lo lindo.

La escapada fue mano de santo. A pesar de lo largo y cansado del viaje, desconecté 100%, y al aire libre y con un tiempo excepcional, pude dar rienda suelta a otra de mis aficiones, la fotografía que cada vez me tiene mas enganchada. Aunque en este terreno voy pasito a pasito.

Y es que con el veranito que estamos teniendo en el norte, disfrutar de una temperatura de 36ºC y de sol todo el día, es casi como un milagro. Además, tuve la enorme suerte de que los colegios aun no habían terminado, y a pesar de tratarse de fin de semana no había casi gente, así que disfrutamos de todo ello sin aglomeraciones y con una paz casi idílica. 

Os he que confesar que Almería era la provincia Andaluza que no se por qué razón se me resistía a conocerla. Además, a pesar de lo bien que me habían hablado de sus parajes, no me acababan de convencer, se me antojaban demasiado secos y yermos. Craso error el mío.

El viernes a media tarde llegamos a Almería capital, una duchita rápida después de un viaje caluroso, y nos fuimos a ver el casco antiguo, que está lleno de callejuelas estrechas, y algunos edificios antiguos preciosos, no muy altos pero con unos portales de época, realmente cuidados y bonitos. Paseamos también por la plaza del Ayuntamiento, y de allí nos dirigimos a la Alcazaba y a las Murallas del cerro de San Cristóbal.


  

La Alcazaba y las Murallas del Cerro de San Cristóbal es uno de los conjuntos monumentales y arqueológicos musulmanes más importantes de la Península Ibérica, y el segundo tras la Alhambra y el Generalife. Está situadas en un cerro aislado y forma un un recinto cerrado, pero está conectada con la Muralla.



Si os soy sincera, tengo que reconocer que me llamó mucho la atención, lo descuidado que se encontraba el entorno de la muralla, en contraposición con el cuidado con que cuenta la Alhambra en Granada. Nada que ver y una verdadera pena. Pero tiene su encanto.


Para refrescarnos y descansar, antes de animarnos con una visita rápida al resto de la ciudad, nos tomamos unas cervecitas bien frías, que aquí por lo visto siempre te acompañan con la tapa que elijas, en nuestro caso palometa adobada, que nunca había probado con esta preparación, y un salmorejo bien rico.

Tras la visita a la parte moderna de Almería, acabamos cenando en "Casa Sevilla", con una buena ensalada de tomate raf que no podía faltar, chopitos, gamba roja de la zona, y una presa ibérica que estaba impresionante. Nos dijeron que quizás iba a resultar mucho, pero es que no sabían que nosotros veníamos del Norte y somos de Bilbao...

Al día siguiente, y después de divisar a lo lejos grandísimas extensiones de "plásticos" osea se, invernaderos, nuestros amigos nos llevaron de excursión por el parque natural de Sierra de Gata.


Comenzamos por El Cortijo del Fraile, una edificación que está situado al Sureste de Níjar (Almería), dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Nijar. En cuyas proximidades tuvo lugar el  22 de julio de 1928 el suceso conocido como Crimen de Nijar que inspiró el drama en verso de Federico García Lorca, "Bodas de Sangre", y cuya película tambien fue rodada en sus proximidades.




  
Se trata de una construcción típica de las grandes explotaciones agrícolas y ganaderas de Andalucía en la que se distribuyen en una sola planta varias dependencias alrededor de un patio central. Contó en su día con un oratorio, campanario, cripta funeraria con 12 nichos, hornos, cuadras, cochineras y aljibe. Hoy en día pertenece a una empresa privada. Su estado actual por desgracia, como podéis comprobar, es de ruina y total abandono, a pesar de que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Nijar han estado al parecer interesados en su adquisición y posterior rehabilitación.  De hecho y a pesar de su estado, en el 2010, fue declarado Bien de Interés Cultural con la tipología de Sitio Histórico. 






En el año 2011 sufrió algunos desperfectos y se desplomaron unos muros. Actualmente ha sido saqueada en gran parte, y en el momento de la visita desgraciadamente se encontraba vallada y me resultó imposible fotografiarla a gusto y recorrerla por su interior. Pero aquí os dejo un pequeño documento gráfico que atestigua parte de su historia, y lo que disfruté con mi cámara en mano, sin prisas, ni gente.





 Se llama el Cortijo del Fraile, ya que fue construido por los frailes dominicos de Almería en el siglo XVIII. Se le conocía por el "cortijo del hornillo" porque albergaba un gran horno para hacer pan en el patio central. En 1836 como consecuencia de las leyes de desamortización de las propiedades de las órdenes religiosas, fue incautado por el estado y tras ser subastada pasó a manos privadas.




Por cierto, deberéis saber que el cortijo y sus alrededores ha sido utilizado para diferentes rodajes cinematográficos como: "El bueno, el feo y el malo", "Yo soy la revolución" y también se han grabado en él algunas series de televisión, como el final de la cuarta temporada de "Los hombres de Paco".





De allí y a través de un tramo sin asfaltar, y entre escarpados y grutas,



nos dirigimos a las minas de Rodalquilar, dentro del Parque Natural Cabo de Gata-Nijar.




En Rodalquilar se vivió una fiebre del oro que empezó en la década de 1880, y acabó en la década de 1990. Fueron varias las minas destacadas a lo largo de la historia minera de Rodalquilar en los siglos XIX y XX, siendo el "filón 340" el más importante de todas ellas.


Se conservan aun en estado ruinoso algunos de los edificios que sirvieron a la comunidad de mineros y sus familias, como la escuela y algunas viviendas. También podéis ver los pozos, tanques y demás instalaciones.




En esta barriada nijareña y en sus calas cercanas se han rodado también decenas de películas, videoclips musicales y anuncios publicitarios de todo tipo. Algunas películas como "La muerte tenía un precio" (1965) o "Indiana Jones y la última cruzada" (1986).

De allí continuamos por la costa con unas vistas espectaculares de la bahía almeriense. 




Hasta llegar a Aguamarga, donde comimos en un chiringuito de la playa, y visitamos sus calles encaladas




Uno de los pueblecitos mas cuidados y que mas me gustó.


Tiene unas calles blancas mimadas al extremo, con algunas fachadas llenas de fantasía.


Y la playa es casi de película, con arena blanca y un mar en calma que torna del azul turquesa al azul oscuro intenso a medida que te alejas de la costa.



Tras una sobremesa tranquila con vistas al mar, subimos a la sierra, en concreto al pueblo de Nijar. No pensaréis que podía resistirme a hacer mis compritas ¿verdad? Me llevé unas fuentes de cerámica blanca y azul rústicas y preciosas, muy típicas de la zona, detrás de las que llevaba mucho tiempo.



Tras visitar el pueblo, y con mis adquisiciones bajo el brazo, marchamos a nuestro último destino, Cabo de Gata

Tras recorrer sus salinas, finalizamos la tarde contemplado la caida de sol desde lo mas alto de los acantilados, en concreto desde una torre árabe, propiedad de un amigo, que ha dedicado los últimos 30 años a reconstruirla, con mucha paciencia y cariño. 




No le falta detalle, la luz inunda todo el interior encalado sobre los muros de 2,5 metros de espesor. De hecho la luz solo se cuela a través de una pequeña ventana y de las dos puertas con las que cuenta, una abajo de entrada, y otra en la parte superior, por la que accedes al  torreón exterior.  




A mi personalmente me cautivó la paz que se respiraba en tan pocos metros. 





Ya en lo alto de la torre, es un placer sentir el viento fresco y cálido a la vez, y descansar la vista en el mar inmenso que acuna la tierra agreste de la costa almeriense.




Es absolutamente impresionante, como puedes sentirte oteando el horizonte cuajado de nubes a esa altura, y viendo caer el sol tras el cabo de gata, disfrutando de una cervecita bien fría, o al menos todo lo fría que permite una pequeña nevera, en esas alturas. Juzgad vosotros mismos.


De vuelta en Almería capital, cena rápida de tapas, no había tiempo para mas. Al día siguiente había que cruzar de nuevo España de Sur a Norte. 

A media tarde ya de vuelta en casa, con una diferencia de temperatura de 16 graditos. No está mal. 36ºC en Almería el sábado, 20ºC en Bilbao el domingo.

Un viaje relámpago y condensado, del que me quedaron muchas cosas por disfrutar y conocer, pero absolutamente precioso y que espero, que haberlo compartido con todos vosotros haya valido la pena, y os haya servido a quienes no lo conozcáis aun, para descubrir una tierra, llena de riqueza, y contrastes, bajo esa apariencia dura y agreste.

VIRGINIA
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