Como todos los meses nos encontramos con nuestra cita con el Recetario de "Tía Alia". Pero esta ocasión ha resultado algo especial para mi, ya que el sábado pasado tuve la enorme suerte de conocer a su anfitriona Carmen, así que estas pastas son aun mas "Tía Alia" si cabe.
Como ya os he adelantado en el párrafo anterior, y como viene siendo habitual en mi caso, me he decantado por la receta dulce, unas pastas de vino, que como casi todas las recetas dulces que aparecen el recetario de Tía alia, resultan una incognita.
En este caso el problema comenzó ya con las medidas. Tuve que empezar indagando que era una "jícara", que no es ni mas ni menos que una vasija pequeña-taza alta, y que yo sustituí por el equivalente a 1/2 cup de las americanas. Siguió por el habitual referente a la harina, "la que sea necesaria", y finalizó con la referencia al horno y la cocción, ya que ni existía temperatura, ni tan siquiera por referencia, ni tampoco tiempo de cocción.
Con estos mimbre os imagináis que la receta se convierte en un autentico reto, y por tanto el resultado, dependiendo de la variación de estos parámetros puede resultar de lo mas variopinto.
En mi caso, fueron dos los intentos. Del primero no existe documento gráfico, no porque quedaran feas, sino porque en casa no fueron santo de devoción de nadie.
Con esta experiencia, me decidí a cambiar un poco la receta, pues las iniciales, las preparé con "Pedro Ximenez" y resultaron muy sosas y con una textura muy poco de "pasta", y eso que las di diferentes grosores para probar.
Así que ahí va mi receta final, que ha resultado mas rica en cuanto a sabor, va casi dedicada a Elena, porque esta receta es un poco como ella, improvisación en la cocina, para que te guíen los sentidos, en este caso el tacto. Además me resultó imposible saber cuanta harina añadí finalmente, y eso que inicialmente la pesé, pero poco a poco tuve que añadir mas y mas de poco en poco, en fin que se ha quedado con "la harina que sea necesaria".
INGREDIENTES: (Para unas 30-35 galletas)
- 1 cup 250 ml de vino moscatel.
- 1/2 cup o 125 ml de aceite de oliva.
- 20 gr. de azúcar glass
- Harina la que sea necesaria (unos 350-400 gr. quizás).
PREPARACIÓN.
Siguiendo mi sentido común y mi experiencia en estos menesteres, precalentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo.
En un bowl mediano ponemos unos 250 gr. de harina y el azúcar glass. Hacemos un hueco en el centro y añadimos el aceite y el vino. Con una cuchara de madera vamos mezclando con la harina desde el centro, hasta que toda se haya incorporado.
Ahora viene la madre del cordero. Yo fui añadiendo harina poco a poco, hasta que conseguí una masa que se desprendía de las paredes del bowl y con una textura que se podía extender con rodillo, pero mas bien blanda diría yo, al menos mucho mas que una masa quebrada.
La forma de añadir la harina, fue tal y como nos dijo María en la entrada de las monadas, casi acariciándola sobre la superficie de la masa ya formada, de forma que la masa absorbiese la harina lentamente y no fuese necesario, ni mucho amasado que desarrollase el gluten, ni excesiva harina que nos daría como resultado unas pastas toscas.
Cuando consideré que no era necesaria mas harina, y sorry no os puedo decir cuanta añadí porque con este método no pude finalmente pesarla, ni tampoco sacar fotos, pues las preparé cuando no había luz; extendí la masa con un rodillo sobre una mesa ligeramente enharinada, de un grosor de 3mm. La receta decía que muy finas.
Corté mis pastas con un cortapastas enharinado y las fui poniendo en la bandeja que iba a ir al horno forrada con papel mantecado. Y al horno durante unos 12 minutos para las galletas del tamaño que podéis ver en las fotos.
A pesar de que las coloqué durante los últimos 5 minutos en el tercio superior del horno, las de la primera tanda no se doraron en exceso. Eso si, durante la cocción, en todos los casos, engrosaron un poco.
Tras dejarlas enfriar sobre una rejilla, y espolvorearlas con azúcar glass, las guardé en una preciosa caja de lata que compre en mi viaje del sábado pasado a Zaragoza, ¿a que sabes cual es Bea?, pero la duración fue mas bien excasa, no mas de dos días en perfectas condiciones.
El resultado tengo que deciros que no gustó en casa, no se si por mi hacer con la masa, o por la receta en si. Se trata de unas pastas-galletas, mas bien sosas, que eso si mejoran añadiendo un moscatel mas dulzón que el Pedro Ximenez. No obstante como se trata de un reto el ir probando recetas del recetario de "Tía Alia", aquí las tenéis.
Hasta el mes que viene. Entre tanto sed buenos y tratad de disfrutar de las pequeñas cosas que nos ofrece la vida.
VIRGINIA.