Ay las madeleines¡¡¡¡¡¡ Famosas las hizo el escritor Marcel Proust con su conocida novela "En busca del tiempo perdido", cuando el sabor de la madeleines acompañando una taza de te, evocaba en el narrador sentimientos nostálgicos y recuerdos sublimes. Pero sus verdaderos origenes se encuentran mucho antes, allá por el siglo XVIII en la zona de Lorrrain en el Nordeste de Francia, en concreto en la ciudad de Commercy. La historia cuenta que estos bizcochitos fueron servidos al Duque de Lorraine, y le entusiasmaron tanto que los bautizó con el nombre de Madeleine, el nombre de la joven que las había preparado.
Las madeleins, se caracterizan precisamente por su especial forma ovalada y por el hecho de que además cuenta con uno de sus lados en una bonito forma de concha. Se trata de una masa genovesa o como dicen los americanos una "sponge cake", en castizo, una masa de bizcocho, y se diferencia de la genovesa clásica, precisamente en la forma de incorporar la mantequilla, ya que en las madeleines se incorpora derretida y tibia, en ocasiones en forma de mantequilla avellana, como en los financiers, y es lo que concede a estos bizcochitos esa textura suave y ese sabor especial.
En España tendemos a confundir las "madeleines" con nuestras "magdalenas" de toda la vida, probablemente porque al ser la masa muy similar, es de donde traiga origen nuestro nombre, castellanizando el "madeleine francés". No es que me haga mucha gracias esta reflexión, pero me temo que es así, aunque en cuanto a la masa, si bien es parecida, como os digo no es exactamente lo mismo.
De hecho las madeleines utilizan mantequilla derretida y en caliente, generalmete "beurre noisette" o lo que se conoce como "mantequilla avellana", que es lo que les da ese sabor tan especial, sin embargo nuestras magdalenas, la grasa que utilizan habitualmente es el aceite. Además nuestras magdalenas una vez incorporada la grasa se vuelven a batir como locas para conseguir ese copetillo tan mono, pero las madeleines, una vez que se incorpoa la harina y la mantequilla ya no se bate la masa, sino que se mezcla delicadamente.
La receta que hoy os traigo es la que he seguido desde un principio, y que me ha dado muy buenos resultados. El molde lo adquirí en uno de mis viajes a California, en una de las tiendas de William-Sonoma, se vino conmigo en la maleta, como tantas otras cositas. Aquí es muy dificil encontrar este molde en versión metálica, que es como a mi me gusta, ya que la silicona da un textura un tanto gomosa en la costra de lo que horneas. Así que en cuantito lo vi en las estanterías dije: "mío" y aquí esta.
He preparado tambien la versión "mini", en este caso en molde de silicona, no me ha quedado mas remedio. Ya me pareció mucho bulto en la maleta llevarme el molde de las mini-madeleines también, porque como os digo junto a este molde iban otras cositas de bastante bulto, como el molde de Angel Cake y .... bueno no voy a seguir porque yo misma me voy a poner colorada.
La receta es sencilla, y el resultado muy, muy rico con ese sabor a mantequilla avellana y vainilla. Son jugosas y quedan de lo mas monas cuando las presentas en una merienda.
INGREDIENTES: (Para unas 22 madeleines tamaño normal y 30 "mini".
-155 gr. de harina de repostería.
- 1/4 Tsp C/p de levadura de respostería (Royal).
- 1/4 Tsp C/p de sal.
- 2 huevos a temperatura ambiente "L"
- 2 Yemas de huevo a temperatura ambiente "L".
- 185 gr. de azúcar.
- 1 Tsp C/p de extracto de vainilla de buena calidad.
- Ralladura de 1/2 limón.
- 125 gr. de mantequilla derretida tibia.
PREPARACIÓN:
Comenzamos preparando la mantequilla avellana como vimos en la entrada de los "financiers", o en su caso si tenemos prisa derritimos la mantequilla, ya que se tiene que entibiar.
En un bowl mediano mezclamos y tamizamos la harina, el polvo de hornear y la sal. Reservamos.
En el bowl de la KA con el accesorio de globo a velocidad media-alta, o en un bowl grande con las barillas de la batidora de mano, montamos los huevos, con las yemas y el azúcar hasta conseguir una masa cremosa y pálida.
Añadimos la mezcla de harina y con una espátula de silicona, con movimientos envolvetes de arriba a abajo, vamos incorporando hasta conseguir una mezcla homogénea.
Añadimos la mantequilla derretida y tibia y volvemos a mezclar de la misma manera hasta que toda esté integrada.
Pasamos a una manga pastelera la masa y llevamos al frigorífico durante al menos 1 hora.
Precalentamos el horno a 190ºC, calor arriba y abajo.
Engrasamos y enharinamos bien el molde, aun cuando como sea como el mío antiadherente, pues las madelenines debido a los surcos de la cara de la concha tienden a quedarse pegadas.
Repartimos la masa en las cavidades, rellenando unas 3/4 partes de cada una y llevamos al horno precalentado en la zona mas baja.
Mantenemos unos 5-7 minutos, hasta que la madeleine se esponje y engorde creando la barriguita típica, y pasamos a la zona media del horno. Ojo no cambies la posición hasta que las veáis que han crecido totalmente, y con mucho cuidado de "no asustar la masa" para que no se nos baje.
Dejamos en el horno hasta alcanzar los 10-12 minutos en total. Para las mini madeleines no es preciso colocar la bandeja en la zona baja del horno y modificar la posición, ellas solas crean esa barriguita. Con unos 7 minutos están hechas. Pero cada uno conoce su horno, así que probad vosotros mísmos el tiempo ideal.
Cuando estén horneadas, sacamos del horno y volcamos la bandeja sobre una rejilla enfriadora, donde las dejamos enfriar.
Una vez frías espolvoreamos con azúcar glass.
Se mantiene en buen estado 2-3 días, a partir de ese momento comienzan a secarse un poco.
Deliciosas como diría aquel, "a cualquier hora". Además las "mini" te permiten tomarte el capricho de alguna tentación sin demasiados remordimientos.
VIRGINIA
Las madeleins, se caracterizan precisamente por su especial forma ovalada y por el hecho de que además cuenta con uno de sus lados en una bonito forma de concha. Se trata de una masa genovesa o como dicen los americanos una "sponge cake", en castizo, una masa de bizcocho, y se diferencia de la genovesa clásica, precisamente en la forma de incorporar la mantequilla, ya que en las madeleines se incorpora derretida y tibia, en ocasiones en forma de mantequilla avellana, como en los financiers, y es lo que concede a estos bizcochitos esa textura suave y ese sabor especial.
En España tendemos a confundir las "madeleines" con nuestras "magdalenas" de toda la vida, probablemente porque al ser la masa muy similar, es de donde traiga origen nuestro nombre, castellanizando el "madeleine francés". No es que me haga mucha gracias esta reflexión, pero me temo que es así, aunque en cuanto a la masa, si bien es parecida, como os digo no es exactamente lo mismo.
De hecho las madeleines utilizan mantequilla derretida y en caliente, generalmete "beurre noisette" o lo que se conoce como "mantequilla avellana", que es lo que les da ese sabor tan especial, sin embargo nuestras magdalenas, la grasa que utilizan habitualmente es el aceite. Además nuestras magdalenas una vez incorporada la grasa se vuelven a batir como locas para conseguir ese copetillo tan mono, pero las madeleines, una vez que se incorpoa la harina y la mantequilla ya no se bate la masa, sino que se mezcla delicadamente.
La receta que hoy os traigo es la que he seguido desde un principio, y que me ha dado muy buenos resultados. El molde lo adquirí en uno de mis viajes a California, en una de las tiendas de William-Sonoma, se vino conmigo en la maleta, como tantas otras cositas. Aquí es muy dificil encontrar este molde en versión metálica, que es como a mi me gusta, ya que la silicona da un textura un tanto gomosa en la costra de lo que horneas. Así que en cuantito lo vi en las estanterías dije: "mío" y aquí esta.
He preparado tambien la versión "mini", en este caso en molde de silicona, no me ha quedado mas remedio. Ya me pareció mucho bulto en la maleta llevarme el molde de las mini-madeleines también, porque como os digo junto a este molde iban otras cositas de bastante bulto, como el molde de Angel Cake y .... bueno no voy a seguir porque yo misma me voy a poner colorada.
La receta es sencilla, y el resultado muy, muy rico con ese sabor a mantequilla avellana y vainilla. Son jugosas y quedan de lo mas monas cuando las presentas en una merienda.
INGREDIENTES: (Para unas 22 madeleines tamaño normal y 30 "mini".
-155 gr. de harina de repostería.
- 1/4 Tsp C/p de levadura de respostería (Royal).
- 1/4 Tsp C/p de sal.
- 2 huevos a temperatura ambiente "L"
- 2 Yemas de huevo a temperatura ambiente "L".
- 185 gr. de azúcar.
- 1 Tsp C/p de extracto de vainilla de buena calidad.
- Ralladura de 1/2 limón.
- 125 gr. de mantequilla derretida tibia.
PREPARACIÓN:
Comenzamos preparando la mantequilla avellana como vimos en la entrada de los "financiers", o en su caso si tenemos prisa derritimos la mantequilla, ya que se tiene que entibiar.
En un bowl mediano mezclamos y tamizamos la harina, el polvo de hornear y la sal. Reservamos.
En el bowl de la KA con el accesorio de globo a velocidad media-alta, o en un bowl grande con las barillas de la batidora de mano, montamos los huevos, con las yemas y el azúcar hasta conseguir una masa cremosa y pálida.
Añadimos la mezcla de harina y con una espátula de silicona, con movimientos envolvetes de arriba a abajo, vamos incorporando hasta conseguir una mezcla homogénea.
Añadimos la mantequilla derretida y tibia y volvemos a mezclar de la misma manera hasta que toda esté integrada.
Pasamos a una manga pastelera la masa y llevamos al frigorífico durante al menos 1 hora.
Precalentamos el horno a 190ºC, calor arriba y abajo.
Engrasamos y enharinamos bien el molde, aun cuando como sea como el mío antiadherente, pues las madelenines debido a los surcos de la cara de la concha tienden a quedarse pegadas.
Repartimos la masa en las cavidades, rellenando unas 3/4 partes de cada una y llevamos al horno precalentado en la zona mas baja.
Mantenemos unos 5-7 minutos, hasta que la madeleine se esponje y engorde creando la barriguita típica, y pasamos a la zona media del horno. Ojo no cambies la posición hasta que las veáis que han crecido totalmente, y con mucho cuidado de "no asustar la masa" para que no se nos baje.
Dejamos en el horno hasta alcanzar los 10-12 minutos en total. Para las mini madeleines no es preciso colocar la bandeja en la zona baja del horno y modificar la posición, ellas solas crean esa barriguita. Con unos 7 minutos están hechas. Pero cada uno conoce su horno, así que probad vosotros mísmos el tiempo ideal.
Cuando estén horneadas, sacamos del horno y volcamos la bandeja sobre una rejilla enfriadora, donde las dejamos enfriar.
Una vez frías espolvoreamos con azúcar glass.
Se mantiene en buen estado 2-3 días, a partir de ese momento comienzan a secarse un poco.
Deliciosas como diría aquel, "a cualquier hora". Además las "mini" te permiten tomarte el capricho de alguna tentación sin demasiados remordimientos.
VIRGINIA
y lo bonitas que son además!!!!! Feliz lunes y buenas madeleines!
ResponderEliminarMe encantan las madeleines!!!! son superdelicadas y tiernas! te han quedado muy bonitas, como siempre las fotos geniales.
ResponderEliminarYo también soy fan de William-Sonoma....también siempre me lleno de "trastos".... supongo que sabes que ahora ya puedes comprar por Internet, verdad? ES la mejor tienda del mundo...aunque...es un pelín carita, pero gracias al sistema euro-dólar, aun nos llevamos alguna ventaja...
Feliz Semana!!!!!!!
Me acabas de recordar que compré el molde de las madeleines hace más de 6 meses y aún no le he dado uso... será cuestión de ponerme las pilas!
ResponderEliminarLas tuyas se ven fantásticas y ahora con el cafetito me comía una... bueno más de una :)
besos!
Bueno antes de cualquier cosa, yo quiero saber que cosas más has traído de vuelta en la maleta porque me suena muy pero que muy interesante, por cierto, creo que tú también podrías participar en nuestro grupo facebook de adictas a los moldes: https://www.facebook.com/groups/390623577676139/
ResponderEliminarY coincido contigo que poco tienen que ver las magdalenas con las madeleines, al no ser la dificultad de obtener el copete o la jórroba jejeje
Preciosas fotos para esta delicada receta.
Besos,
Palmira
Como siempre que entro en tu blog, descubro algo delicioso con unas fotos impecables... consigues dejarme siempre con la sensación de que me gustaría probarlo y con la certeza de que va a salir bien. ¡Que tengas un feliz comienzo de semana!!
ResponderEliminarUn besito,
Marta ("Sweet & Home la Vida es Dulce")
Qué gusto da venir a verte, siempre con esas recetas tan perfecetas y esas fotos que vas recorriendo mientras te corroe la ¿envidia?, pero de la buena, no te creas.
ResponderEliminarLlevo tiempo queriendo hacer estas madeleines, pero no encuentro los moldes, ni de silicona ni metálicos, aunque según dices es difícil estos últimos.
En cuanto los consiga, te copio la receta, con puntos y comas.
Besotes, mi niña.
Virginia, bestiales, ¡nos encantan!. Mi hermano los hice hace unos años, y la verdad es que son una delicia. Tú fíjate que su sabor me recordó al de algún pastelito comercial muy conocido, pero por lo demás nada que ver ojo.
ResponderEliminarTe han salido perfectos!
Tengo ganas de comprar un molde de esos para hacer madeleines.Te han quedado espectaculares Virginia!!:)
ResponderEliminarBesos
Te han quedado fantásticas, aún en molde de silicona...jajaja. Me parece un dulce de lo más exquisito y tengo unas ganas de probar algo elaborado con esa mantequilla desde que te oí hablar de ella que me muero. Un besazo.
ResponderEliminarParece que venir cargada ha valido la pena. Las madeleines geniales y las fotografías preciosas. Un saludo.
ResponderEliminarUmmmmmm deliciosas¡¡¡ estos bocaditos pequeños me chiflan¡¡¡ besos
ResponderEliminarHace un montón que no las hago y no será porque no tengo el molde. Me encantan y con sabor a limón o naranja son perfectas. Con vainilla aún mejor:) Bss
ResponderEliminarMe encanta conocer algo más sobre las recetas que preparamos, gracias por tu investigación! por cierto me encanta tu molde, asi seguro que te salen deliciosas!
ResponderEliminarQue ricas y que fotos tan preciosas. Besos
ResponderEliminarYa me gustaría a mí ver tu armario de cacharritos...¡madre mía! es que tienes de todo. Totalmente de acuerdo contigo en cuanto a lo de los moldes de silicona, para hornear no me gustan ni un pelo, donde estén los de aluminio, hierro o antiadherentes... se nota una diferencia bestial.
ResponderEliminarDe tus madeleines ¡qué decir! perfectas, como siempre y el corte....¡mamma mía! ¡qué bocado, por Dios!
Desgraciadamente yo tengo el molde de silicona porque era imposible encontrar la versión metálica. Desconfío un poco de él pero de momento es lo que hay. Me quedo la versión mini por aquello del remordimiento. Besos.
ResponderEliminara mi hija le encantaron, vamos, con decirte que las devoró te lo digo todo ;)
ResponderEliminarNo sabía yo lo de la mantequilla avellana, ha sido muy ilustrativo leer tu post.
Nos vemos en nada wapa!!! Besos. Paula
Estaba leyendo tú entrada y pensando en cuándo voy a estrenar el molde de madeleines que tengo, ya ni me acuerdo si fue un regalo o un capricho, pero no lo usé y después de ver tus delicadas madeleines se me hace la boca agua.
ResponderEliminarAhora que intento quitarme el café y tomar más infusiones tendría que probar con acompañarlo con estas delicias francesas, gracias guapa es una receta estupenda y la explicación como siempre divina.
Un beso, guapa
Como bien has dicho "aaaay las madeleines"
ResponderEliminarEs uno de los dulces que más me han llamado la atención. Para mí son ideales porque en un bocado se puede disfrutar de un sabor exquisito!
Además, me ha encantado la introducción que has hecho, la verdad, desconocía todo lo que has mencionado
Te han quedado de lujo, Virginia. Me anoto tu receta para probarlas en casa!
Un beso!
A mi me encantan, me parecen tan sutiles con el café de la tarde.
ResponderEliminarY esa mantequilla, argggggggggg que ganas le tengo.
Besazos.
He aprendido un montón sobre las madeleines leyendo tu entrada. Que gozada!, ahora voy a copiar la receta, soy de bizcochos y estos pequeñines son de mis favoritos.
ResponderEliminarUn beso
lo tengo a pendientes! se ven geniales!! besos
ResponderEliminarUn delicioso capricho las madeleines!!! Unas fotos preciosas y tentadoras.. Besoss,
ResponderEliminarQue buena pinta, y como me gusta el sabor a la mantequilla avellana. Tengo muchísimas ganas de prepararlas, pero eso conlleva tener que comprar el molde, pero estoy bajo amenaza de que como compre más utensilios de cocina, me echan de casa.... Serán capaces? jaja Un beso
ResponderEliminarEstán perfectas, da gusto verlas y con avellanas...deben de ser una delicia!
ResponderEliminarQue preciosas tus Fotos Virginia, eso primero que nada.
ResponderEliminarYo creo que Proust era un sibarita de primera, de sus novelas también salió el famoso Sandwich "croque Madame", ahora Estas madeleines....yo creo que era un disfrutador.
Se ven tan delicadas, tienen que ser exquisitas con una taza de té, la verdad nunca las he probado ni preparado.
Un besito.
Disculpa mis mayúsculas, no las pongo yo, es este ordenador que hace lo que quiere.
ResponderEliminarbss.
Y yo leyendo tu post entusiasmada a ver dónde habías comprado el molde,,,que ilusa, je,je, y yo con unas ganas de conseguirlo, aunque veo difícil comprarlo donde tú, je,je,je. Y no quiero prepararlas por primera vez en un molde de silicona vaya a ser que no convenza mucho y no les coja cariño a estas deliciosas madeleines. Te quedaron geniales. Besos.
ResponderEliminarpreciosas y delicadas madeleines!
ResponderEliminarLas tenemos pendientes, anotamos esta receta, Virginia.
un beso
Las Madeleines son el bollo que más me ha gustado siempre, antes que cualquier cosa... Eso sí, no cualquieras... Tienen que tener la cantidad justa de huevos y mantequilla porque si no, no me gustan. :-)
ResponderEliminarTu versión se ve bien rica, como siempre!!
Besitos,
Aurélie
Que ricas las madeleines, y nos lo has explicado supermmegaperfectísimamente. Un beso. Yolanda.
ResponderEliminarHola Virginia, te quedaron impresionantes!
ResponderEliminarMe encantaron en el molde de silicona, son preciosas y delicadas, tienen que estar deliciosas, las fotos son muy bonitas!
Un beso preciosa, que tangas una semana excelente!
Virginia!!! ufff me encantan, aquí las que he probado, industriales, me parecen un poco secas, cuando tenga el molde de las madeleines de Mr. Lorraine te prometo que las hago. Que vicio hemos cogido, todas las compras son de temas bloggeriles, yo antes me compraba algo de ropilla!!! ahora no!!!! dedicad@ a moldes, chorradinas, presentaciones, jejej, es una locura, genial ¿no te parece? gracias y bsss
ResponderEliminarPues nada, a por los recuerdos proustianos con madeleines como éstas. Aunque yo prefiero mojarlas en café con leche, manías mías, seguro que ni me dejarían entrar en el círculo descrito por Proust en su novela... Un besote
ResponderEliminarTienes toda la razón en lo de la textura que dan los moldes de silicona, quién pillara un molde metálico para las madeleines de commercy! Un beso
ResponderEliminarMaravillosas, me tienen enamorada las preciosas madeleines...Qué cosa más suave, delicada y porqué no decirlo...Bonitas!!! Yo como mucho con la vista y tomarme uno de estos delicados dulcecitos con mi café me hace sentir fenomenal..Ya ves con qué poco me conformo...
ResponderEliminarTe quedaron perfectas guapa!!!
Hola preciosa. Acabo de mandarte un mensaje desde el móvil y creo que no ha salido asÍ que antes de levantar a tu tocaya me asomo para llevarme un par de madeleines y acompañar mi cafetillo de la mañana. Son delicadas y preciosas.
ResponderEliminarMil besitos y feliz día.
Fantásticas, Virginia, qué preciosas te han quedado. No sabía de la importancia de usar "mantequilla avellana" para este tipo de masas, tomo buena nota (gracias por las enseñanzas, como siempre ;-)
ResponderEliminarYo también tengo un molde metálico (de una marca francesa) que encontré en Coruña y todavía no lo he estrenado (¡¡¡¡)
Un besote
No las he preparado nunca!! Pero después de ver esta maravilla de entrada, NO me quedan excusas para comprarme un molde y ponerme manos a la masa!!!
ResponderEliminarTe han quedado estupendas!!
Besitos,
IDania
Virginia....¡qué casualidad!, me quedo con las ganas de ver tu labneh, con tu manera de fotografiar seguro que hubiese quedado precioso....., me llevo una madaleine para el camino....
ResponderEliminarUn besazo guapa
Son deliciosos y tienen una pinta estupenda, especialmente los pequeñitos, que son como pequeños caprichos.
ResponderEliminarBesos
Con un afecito, me tomaba una. Mira que las he visto veces y nunca las he hecho, me falta el molde, pero me llevo tu receta y las intentare hacer en otro a ver que tal, porque ya mas moldes y utensilios de cocina y me cuelgan!!!
ResponderEliminarbesitos
me parece que no las he probado nunca,te han quedado muy bien con este molde y así en pequeño quedan tipo bocado que es mejor.
ResponderEliminarFantásticas fotos y buena entrada,siempre se aprende en tu cocina.
ya falta menos¡¡
beso
Te han quedado de capricho, qué deliciosas y esas fotos un recreo para la vista. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarLas tengo que probar, tienen pinta de estar deliciosas. A ver si encuentro el molde adecuado.
ResponderEliminarUnos bocaditos exquisitos, sin duda! Te han quedado estupendos y seguro que deliciosos. Las fotografías, como siempre, estupendas, aprendo mucho viéndolas :)
ResponderEliminarUn beso y buena semana!!
¿existen una madeleines más divinas que estas que has hecho? NO! te han quedado tan lindas, se ven tan esponjososas...no te imaginas lo que me gustaría comerme tres o cuatro de una tirada ;) y que bellas fotografías! Muchos besos Virginia!!!!
ResponderEliminarSi vieras mi valija cuando vuelvo de viaje de USA, llena de libros de cocina, moldes y hasta extractos y especias... un papelón! Pero es así y voy a seguir haciéndolo, jaja. Tus madeleines son perfectas, y las mini un amor de lindas! Justo hoy tendría que haber hecho unas para un grupo, pero no pude. Me como una de las tuyas por ahora con una taza de cafe!
ResponderEliminarQué ideales Virginia! Yo tengo el molde de lekue en versión silicona "...sin estrenar.." es que no me da tiempo a usar todo lo que veo y me llevo a casa! Soy otra fan de W&S pero sólo estuve en California una vez. Así que por el momento... funciono por encarguitos que no es lo mismo que ver y palpar.... A mi también me gustan más los moldes metálicos pero lo que tu dices... a veces es lo que hay. Cuando los estrene tiraré de esta receta. ;) Qué bonitas fotos!!!!
ResponderEliminarQué madeleines, qué receta y qué fotos!
ResponderEliminarAnonadada me quedo cada vez que vengo por aquí. Magníficas!
Un beso
Ohh que ricos!! Nunca los he hecho ni probado, a ver si me atrevo con tu receta, que seguro que salen buenísimos.
ResponderEliminarUn beso
Te han quedado perfectas; sin duda hiciste bien trayéndo el molde contigo, a mi también me gustan más los moldes metálicos.
ResponderEliminarSe ven tiernas, esponjosas y riquísimas.
Un beso
Es que aqui ademas de las fotos y las recetas nos informas de un monton de cosas!!no sabia el origen pero en casa nos gustan mucho para desayunar.bss
ResponderEliminarJolines, Virginia, una vez más, estás sobrada en la ambientación de esta receta, y tanto que incluso te has dignado a adornarla con el mismo libro de Proust. Y esas tazitas de porcelana fina que nos transportan a aquella época en la que aquella joven sirvienta, Madeleina, cometió aquel tan agradecido error.
ResponderEliminarY buena crónica que nos explican las claras diferencias entre nuestras magdalenas y unas madeleines. A simple vista, se denota la diferencia que hay entre unas y otras, pero que nos aclares otros conceptos engrandecen nuestro saber. Menudo trabajado documental que te montas, maja.
Me das una envidia con esas adquisiciones en tierras lejanas. Cuando yo me vaya de vacaciones este verano, me van a tener que poner un candado que me ate las manos porque estaría dispuesta a llevarme una maleta vacía pensando en todo lo que querría traerme.
Un beso!!
Ir a William-Sonoma es para volverse loco. Tengo trastos para dar y vender. Una magdalenas buenas buenas.
ResponderEliminarNani
No sabes las ganas que tengo de hacerlas y no puedo por que no tengo molde :-( lo peor es que lo ví en una tienda no tenía tiempo para parar a comprarlo y cuando volví a por él ya no quedaba, snif snif, lo dicho una pinta fabulosa Virginia
ResponderEliminarSi es que eres un libro abierto. Todo, todo perfecto me dejas alucinada.
ResponderEliminarBesos