Me desperté aturdida y sobresaltada a la vez, con pocas ganas me adecenté y me encaminé a la que durante tantos años había sido mi casa, mi refugio, testigo de mi infancia y mi adolescencia y porque no decirlo, también de algunos de mis fracasos mas estrepitosos en los últimos tiempos. Ahora todo había cambiado, aquella casa se había convertido en solo unas horas en una especie de álbum de fotos abierto no se sabe por qué página.
La tarde anterior, tras el funeral, dos jóvenes se habían acercado a mi para "muy amablemente" comunicarme que ya mi madre no era la propietaria de la casa; que hará algo mas de dos años había procedido a su venta, reservándose no obstante el usufructo vitalicio, y por tanto tras su fallecimiento eran ellas ya las propietarias de "Zuri Etxe". Me hicieron saber que "no querían meterme prisa", pero que tenían intención de hacer obras y empezar todo cuanto antes, así que disponía de tan solo 1 semana para poder retirar sus enseres. ¡Que detalle!!!....
No alcanzaba a comprender nada, ¿Por qué mi madre había vendido la casa a esa gente? ¿Por qué no nos había contando nada? Si hubiera tenido problemas económicos, sabía que podía contar con nosotros....Esa era quizás una de las razones que en mayor medida había contribuido a mi insomnio. Esa, y el muro que la noticia había generado entre mi madre y yo, un muro que por desgracia, ante su ausencia, se me antojaba prácticamente infranqueable.
Con el frío calado hasta los huesos y una mochila invisible de tristeza ascendí las escaleras hasta alcanzar la puerta, introduje la llave en la cerradura y traspasé el umbral. Todo seguía aparentemente igual que en mi ultima visita hacía no mas de 48 horas, pero algo faltaba, algo había desaparecido. El calor con el que mi madre siempre nos recibía a los hermanos y que inundaba la casa de una forma arrolladora se había ido con ella, se había ido con esa noticia, y ya no estaba allí.
No quise pensar mas, simplemente cogí las cajas que había traído y comencé a recorrer las estancias acumulando sus pertenencias. Encontré incluso aquella vieja maleta que a mis hermanos y a mi nos había servido tantas veces para recrear historias y aventuras, nuestros libros de infancia y juventud, fotografías, recuerdos de viajes....
De pronto me detuve, algo en mi interior se reveló.
- ¿Pero qué estoy haciendo? Mamá seguro que hubiera solucionado todo esto de la forma mas sencilla posible....a su manera....
Ella decía que la cocina constituía su yoga particular, que no había pena ni problema que no se diluyera ante un bowl de harina, un poco de chocolate, especias, leche....
Y yo había heredado de ella su don para las masas. De hecho si algo había en el mundo que me relajara, era amasar y hornear. Así que me calcé su delantal y decidí derribar ese muro que horas antes se me había antojado infranqueable, haciéndolo a su manera, horneando sus bollos preferidos, los bollitos de cardamomo con los que tantas tardes habíamos disfrutado juntas.
Por suerte encontré todos los ingredientes, y también su receta perfectamente escrita en un viejo papel entre las hojas de su libro de repostería preferido. Con el alma hecha jirones pero inundada de su calor y cariño, mezclé, amasé, di forma y horneé. Ya no hacía frío, el aroma de los bollitos de cardamomo inundaba la casa, la importancia de las preguntas sin respuesta se había desvanecido, sencillamente ella tendría sus razones....
Con la taza de té caliente en una mano, y un bollito de cardamomo en la otra, aspiré profundamente, por fin me encontraba en paz, arropada eternamente por su compañía."
Sweet & Sour.
Estos bollitos de origen sueco, los preferidos de la madre de nuestra protagonista, no son sino un tipo de bollo similar en cuanto a elaboración a los conocidos bollitos de canela o cinnamon rolls, pero con la peculiaridad de que la masa incluye cardamomo, y el relleno en lugar de aromatizarlo con canela incluye también esta especia.
Su toque fresco, cercano al clavo mezclado con aromas de bosque de eucalipto resulta perfecto, si bien para paladares no acostumbrados y tan proclives al uso de la vainilla, puede resultar chocante. No obstante os animo a probarlos para los que estéis mas reacios, os sorprenderá gratamente el resultado.
El resultado fabuloso, probadlo y no os arrepentiréis. Resultan un bocado ideal para acompañar la merienda.
Vamos pues con la receta:
Para la masa:
- 390 gr. de harina común tamizada.
- 210 gr. de leche entera.
- 75 gr. de azúcar.
- 75 gr. de mantequilla.
- 10 gr. de levadura fresca (3-4 gr. de levadura seca).
- 4 gr. de sal.
- 1 Cucharadita de semillas de cardamomo verde molidas.
Relleno:
- 70 gr. de Mantequilla.
- 70 gr. de Azúcar Moreno.
- 1 Cucharadita de semillas de cardamomo verde molidas*.
* Para los menos arriesgados con las especies, podéis sustituir la cucharadita de cardamomo por 1 Cucharada de canela.
Para decorar:
- 1 Huevo batido con una pizca de sal.
- Azúcar perlado (en su ausencia azúcar común humedecido).
- Almendras fileteadas
PREPARACIÓN:
Preparamos la masa:
En un cazo ponemos la leche y la mantequilla y la derretimos al fuego. Cuando la mezcla alcance los 36ºC añadimos la levadura fresca y la desleimos. Si hacemos uso de levadura seca la añadiremo directamente a la harina.
Tamizamos la harina en un bowl y hacemos un hueco en el centro. Añadimos la mezcla de leche y mantequilla y con una cuchara grande de madera revolvemos bien, hasta que la masa forme "hebras gruesas" al separarse de las paredes del bowl. Eso quiere decir que el gluten se está desarrollando. Nos llevará con buen brazo, unos 5 minutos.
Abrimos las vainas de cardamomo aplastándolas ligeramente con una mano de mortero, por ejemplo, y extraemos las semillas que hay en su interior.
Las molemos con un molinillo de café, pues con el mortero en mi opinión, quedarían demasiado gruesas para incorporarlas a la masa.
Añadimos el resto de la harina, el azúcar, la sal, el cardamomo molido, y mezclamos bien. Cuando esté todo bien mezclado pasamos a la encimera, ojo en este punto la masa se nos pegará ligeramente a las manos. Amasamos hasta conseguir una masa lisa y brillante. Unos 10 minutitos.
Pasamos a un bowl ligeramente aceitado y dejamos fermentar cubierta a temperatura media durante 1 hora. No es preciso que doble el volumen. Yo como está haciendo bastante frío y mi cocina es la estancia mas fría de la casa, la introduzco directamente en el microondas apagado y junto a un bowl de agua hirviendo. Hace las veces de un armario de fermentación. Mano de santo.
Entre tanto preparamos el relleno, mezclando la mantequilla a punto de pomada con el cardamomo y el azúcar moreno, que nos dará como resultado una pasta. Este paso podemos hacerlo incluso con la mano.
Fermentada nuestra masa, la sacamos del bowl y la estiramos con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada, de un grosor de unos 0,3 mm y en un cuadrado de unos 40 x 40 cm.
Con ayuda de una espátula o cuchillo, untamos la pasta del relleno sobre 2/3 de la superficie de la masa (Foto 2) y doblamos la masa en tres como una carta, como si realizáramos una vuelta sencilla para hojaldre. Comenzamos doblando el tercio que hemos dejado sin pasta sobre el centro (Foto 3), y luego el lado que queda aun con pasta visible sobre este ultimo.
Dejamos reposar la masa así doblada, cubierta con un paño y sobre la encimera, unos 10 minutos, a fin de que se relaje.
Con la masa así doblada y por el lado mas corto, cortamos tiras de aproximadamente 1,5 a 2 cm de ancho. Obtendremos unas 18 tiras.
Las retorcemos suavemente sobre si mismas, sin aplastarlas para que el bollo quede luego esponjoso, y las enrollamos en espiral como si fueran un caracol.
Las dejamos fermentar unos 50-60 minutos cubiertas con un trapo y a temperatura ambiente, hasta que obtengan un poco de volumen. En este punto no buscamos que se hinchen o fermenten demasiado, pues dada la forma de hornearse a fuego alto, luego se secarían en el horno rápidamente.
Precalentamos el horno a 250ºC calor arriba y abajo.
Pincelamos con huevo batido con una pizca de sal. No ser rácanos, pensad que los bollos van a estar poco tiempo en el horno, y el huevo ayudará a darles color. Decoramos con azúcar perlado y almendras fileteadas y horneamos unos 8 o 9 minutos en el tercio superior del horno. Aquí tanto el tamaño de los bollitos, como el comportamiento de vuestro horno mandan, en el mío es este el tiempo necesario, en el de Iban 6 o 7 minutos, en el vuestro nadie mejor que vosotros para conocerlo. Sino haced una prueba con un par de ellos.
Al extraer del horno los bollitos deberán estar blandos y al darles la vuelta y tocar la base, esta deberá estar dorada pero blanda. Dudarás si realmente están cocidos. Al enfriar endurecen ligeramente como les ocurre a las galletas.
Dejamos enfriar sobre una rejilla y degustamos junto a una buena taza de té caliente. Sencillamente deliciosos. Unos bollitos que os sorprenderán no solo por su sabor, que no tiene nada que ver con la recurrente vainilla a la que nuestros paladares se encuentran tan acostumbrados, sino por su suavidad.
Consejos:
- Si no os atrevéis con la utilización del cardamomo en masa y relleno, os aconsejo utilizar el cardamomo para aromatizar la masa y en el relleno sustituir la media cucharilla de semillas de cardamomo molidas, por 1 cucharada de canela. Es un buen principio para familiarizarse con el cardamomo.
- Estos bollitos como casi toda la bollería está mejor en el mismo día, pero si los guardáis en caja de lata al día siguiente estará algo mas tiesos pero todavía bien buenos.
- Se pueden congelar en bolsas de congelación una vez fríos y recién horneados. En el momento de consumirlos, solo es preciso para darles un golpe de horno y listo.
* Fuente de la receta: "Pan Casero" Iban Yarza.
A disfrutar.
VIRGINIA.
Que historia más conmovedora, me ha parecido precioso el relato.
ResponderEliminarLa receta ya ni te cuento, realizo a menudo los bollos de canela pero el cardamomo aun no lo he encontrado, ¿dónde lo compras?. Me encantas, eres una fuente de inspiración, tus fotos son preciosas. Muchos besos.
Muchas gracias Guaci, casí me sonrojo. El cardamomo de esta receta me lo trajeron de India, pero yo suelo comprar cardamomo en las herboristerias. Allí lo tienen ya en bolsitas junto con otras hierbas como el espielgo, el tomillo... Bss y gracias por tus palabras.
EliminarMe encanta la receta. gracias por poner las fotos del paso a paso, ayudan mucho a entender la receta. Con tu permiso me la guardo, ya te contaré como me sale. Bsos.
ResponderEliminarIsabel
losdulcesdeisabel.blogspot.com
Preciosa historia sobre las cosas que importan y las cosas importantes. Como adicto al cardamomo que soy les tenía hechado el ojo desde que los vi en el libro de Iban Yarza, pero así con el paso a paso me han parecido mas accesibles. Gracias!
ResponderEliminarMe encanta la receta, tu paso a paso y tu historia.
ResponderEliminarPrecioso tu relato, Virginia.... Me ha llegado hasta aquí el aroma del té, del bollo de cardamomo y del calor de hogar.
ResponderEliminarTus fotos espectaculares como siempre.
Un beso y feliz semana!
Maravillosos bollitos, perfectos para las tardes caseras de sofá y mantita. Me encanta el cardamomo para masas de bollería y bizcochos. Te quedó un post soberbio, adorable!!! Enhorabuena!!!
ResponderEliminarHay tanta mediocridad y falta de originalidad por la red, que cuándo encuentras gente original y brillante...Me hace suspirar de alegría!!!
Mary Luz, despues del trabajo que me ha llevado esta entrada, de luchar con la falta de luz, porque la fermentacion de los bollos no sabe de horas de luz... de no saber como iba a quedar, tus palabras me compensan con creces. Gracias de verdad, me alegra mucho que te guste. Bss.
EliminarPrimero de todo...qué maravilla de relato que aunque lo parece no eclipsa la receta una vez más fantástica...
ResponderEliminarBienvenida Virginia escritora...me ha encantado...sabes que amo este tipo de introducciones y tu relato me ha parecido intimo, bello, y muy, muy literario. Me ha parecido totalmente estar visionando la vida de esta mujer del norte, que guardaba secretos...y a la hija, que rota por la pena recupera el olor, la esencia. Maravilloso! (apúntate al próximo taller de Mayte, lo hemos pasado en grande!)
También soy una amante de los cinnamon, y a mi el cardamomo me encanta...así que esta versión no tardará en oler en mi cocina.
Gracias Virginia por este rato tan especial!
Mis felicitaciones por ese paso a paso, es genial y así hasta la masa más "traviesa" nos resulta más sencilla de hacer. Hasta el momento no he probado el cardamomo pero me tienta una barbaridad, me reservo esta receta para iniciarme con él. Besos guapa!
ResponderEliminarAna
Por cierto, una historia que te hace estremecer y emocionar en cada palabra leída ;)
EliminarHola. Definitivamente tengo que hacerlos, he leído tu receta y he visto las fotos... tienen una pinta increíble. Tengo cardamomo comprado desde hace algunas semanas y aún no me he atrevido a utilizarlo, y este era el empujoncito que me hacía falta. Ya te contaré. Gracias por entradas como estas. Un besito
ResponderEliminarHola, Virginia! Precioso relato e impresionante entrada! Trabajazo que te has debido de pegar para montarla, no solamente por la elaboración y la espera de los tiempos de levado, sino por las maravillosas fotos y el estupendo paso a paso, que hace que queramos ponernos a amasar ahora mismo. Enhorabuena!
ResponderEliminarBesitos,
Montes
Vaya Post, es de premio! Primero tu relato, precioso!... Y segundo ésta deliciosa receta detallada con tanto mimo y con este estupendo paso a paso!! Decididamente apetece meter las manos en la masa! Encima nos lo presentas todo con estas preciosas fotos, mi niña, nos has calado a todos! Mil gracias guapa por compartir todo esto con nosotros!
ResponderEliminarBesotes
Después de ver lo que le contestas a Mary Luz, por mi parte decirte, que no te quites méritos.
ResponderEliminarLa historia me la he leído de cabo a rabo y es una maravilla. Las fotografías, preciosas, las ilustrativas, puede que sin luz, pero me encantan y son muy explicativas.
El gusta mucho el sabor del cardamomo y han de darle un toque delicioso a estos pollitos, que además, viniendo de quien vienen....éxito seguro. Vamos, que la receta va al saco.
Besos
Bueno, Virginia, voy a darte la enhorabuena y desde luego a animarte a que sigas relatando historias; yo soy firme defensora del CÓMO se escribe (poniéndolo al mismo nivel del QUÉ se escribe) y desde luego creo que todo el que tiene algo que contar (si es bien contado, mejor), debería hacerlo... ¡por el disfrute de todos!! (Por esa misma razón, yo misma estoy comenzando un proyecto que todavía no sé hacia dónde me llevará...).
ResponderEliminarEn fin, polifacética Virginia, que no me cabe duda de que, además del resto, has heredado las manos de la madre de la "protagonista".
Un besito,
Marta ("Sweet & Home la Vida es Dulce")
¡¡¡Como me ha gustado tu entrada de hoy!!! he disfrutado del relato, de las fotos y de la receta y desde luego que te animo también a que sigas compartiendo estas historias que se te dan tan bien como las masas. Felicidades. Besos
ResponderEliminarEntre el relato (que es precioso) y los bollitos que tienen una pinta estupenda, he quedado un rato mirando a la pantalla con cara un poco boba, lo confieso.
ResponderEliminarNo sé si me animaré a hacerlos, que le tengo un poquito de miendo en lo que a cosas fermentadas en mi casa se refiere, pero madre mía qué pinta. Yo ya he usado el cardamomo más veces y le da un toque a las comidas y así....ummm...rico. Bollitosss....ñam ñam :D
No se si admiro más a quien puede hacer unas fotos así, o a quien puede escribir un relato así, el caso es que me he deleitado con tu post hasta el punto del final. Felicidades por un trabajo impecable y unos bollitos deliciosos, por cierto, no he probado nunca el cardamomo, pero tengo que conseguirlo ya.
ResponderEliminarBesitos
La receta me ha encantado Virginia, de hecho el cardamomo me apasiona y en su día ya hice los bollitos de Iban, y con el paso a paso y esas fotos, es imposible que salgan mal, pero es que el relato inicial es para quitarse el sombrero! A mucha gente solo les interesa la receta y el resultado final, pero a mí personalmente me encanta poder leer entradas como esta tuya de hoy, me fascinan estas pequeñas historias como esta, cargadas de emociones y sentimientos, porqué le da mucho más sentido a la receta, y le dan mucha más vida al blog.
ResponderEliminarUn beso, y de nuevo gracias por esta entrada tan maravillosa.
Que pasada.... me ha encantado el relato, daban ganas de seguir y seguir leyendo, es genial hasta le coges cariño al personaje y quieres saber que va a pasar con ella... En cuanto a los bollitos, maravillosos, ahora quiero probarlos si o sí, Preciosa introducción y puesta en escena para estos bollos tan ricos... Me voy con la boca abierta... Besitos.
ResponderEliminarbesosdecanelaymenta
Que historia más bonita... un relato precioso... no sé si habré duplicado el comentario, me ha dado error y al final no se que ha pasado!
ResponderEliminarMe quedo con tus bollitos, soy adicta al cardamomo
Estoy totalmente de acuerdo a sido increible virginia... metida totalmente en la historia
ResponderEliminarcon la intriga de una novela y la emoción de una buena pelicula .. P-R-E-C-I-O-S-O.
Si los bollos son sólo la mitad de buenos de lo delicado y emocionante que es tu relato...me voy a volver loca cuando los pruebe.
ResponderEliminarCocinera y además ¡escritora! ayayay...
Gracias por todo.
Me ha encantado el relato tanto como los bollitos de cardamomo. Cuando los prepare prometo volver a leerlo mientras saboreo uno ;)
ResponderEliminarFeliz semana!
Noelia - Petite Recette
Qué historia más llena de sentimiento, me ha sorprendido grátamente. Los bollitos una delicia, los probaré porque tus masas son infalibles. Bss.
ResponderEliminarMe he quedado estupefacta leyendo tu entrada, cómo me ha hecho sentir.... un montón de cosas. He tardado unos minutos hasta que me he puesto con la receta y la he leído. No paras de sorprenderme, es un placer visitarte, hoy casi sin palabras. Dos detalles más: el libro de Yarza un IMPRESCINDIBLE para todos y tu paso a paso genial. Un besazo.
ResponderEliminarPreciosos Virginia, todo, es un placer visitarte, es que me pierdo entre tus textos y los bollitos son impresionantes, el paso a paso es perfecto!
ResponderEliminarUn besito enorme
Te has pasado con las fotos son simplemente geniales!!! eres una artista, y de paso me has ayudado a con el asunto del cardamomo. Me había comprado un bote y no sabia muy bien como manipular las semillas, quería usarlo con chocolate, que me han dicho que va muy bien... y tú con tu foto de paso a paso no me lo has podido explicar mejor!! ya de paso.... haré estos bollitos. Eres lo más!
ResponderEliminarMe gusta mucho la idea de usar cardamomo en estos bollitos para darles un toque distinto!
ResponderEliminarDe salón de té inglés las fotos, unas maravillas!
Besos,
Palmira
q buenos!!! me han entrado unas ganas de probarlos... pe encanta la forma que les has dado han quedado muy bonitos!!! la próxima vez que haga cogeré alguna de tus ideas. Un besito! cris
ResponderEliminarEs venir aquí y encontrarme lo de siempre: belleza en su estado más puro. Sin más.
ResponderEliminarNani
Con ganas de encontrarnos el 22.
Me ha enganchado tu relato y he leído toda la entrada de un tirón, me ha gustado tu post hoy (bueno,, siempre pero hoy más, ;). Adoro el cardamomo, su aroma y su sabor me chiflan. Hago unos bollitos parecidos en cuanto a la masa, no en la forma (que me ha encantado), seguro que hago tu receta.
ResponderEliminarUn besazo
Podeis comprar el cardamomo en carrefour o en las fruterías de los indios.
ResponderEliminarlos bollitos me encantan, desde luego estos nórdicos saben hacerlos muy y muy bien!! el paso a paso me gusta a mucho, lo deja todo muchísimo más claro
ResponderEliminarVirginia preciosa!!..que texto lo escribiste tú?????..me encanta, dan ganas de sentarse a leer con esa taza de té y esos preciosos bollos de cardamomo ;)
ResponderEliminarEse estilo de bollo es mi perdición, desde bien pequeña me gustaron esos sabores y texturas...no hay receta nueva que encuentre que no quiera probar...eso si, con un gran peligro para mis posaderas ;)
El libro de Iban Yarza lo tengo y si ya me apetecia hacerlos..ahora mucho más :)..entre nosotras, los tuyos me gustan mas ;) serán tus manitas ????
Miles de cariños preciosa!!!!!
Pedazo de post, pedazo de fotos...
ResponderEliminarHe acabado en tu blog de casualidad y estoy impresionada! que recetas más ricas y q fotos tan bonitas! enhorabuena! tu esfuerzo vale realmente la pena! saludos!
ResponderEliminarNuevamente por aquí, esta vez estoy aquí para invitarte a pasar por nuestro blog a recoger un regalito que tenemos para ti, esperamos que te guste, un bico
ResponderEliminarQué paso-a-paso tan genial, Virginia, gracias! Es la segunda vez que veo estos bollitos de cardamomo y tengo que animarme a prepararlos porque me pirran todas estas masas tiernas tipo brioche (peligropeligro!! ;-)
ResponderEliminarBuen fin de semana
Me dan la vida estos bollitos. Menuda pintaza tienen, es que el 'maserío' como yo lo llamo me encanta! A ver si me animo y los hago.
ResponderEliminarPor cierto, el relato es precioso :)
Un beso
Una receta realmente deliciosa...
ResponderEliminarSe ven tan bonitos, tan de bocado!
Y el paso a paso excelente!
Besotes
Virginia, estoy segura de que de haber leído el capítulo que nos presentas y de no conocer los bollos de cardamomo, habría ido rauda y veloz a San Google para que me hubiera inspirado. Pero se da el caso de que por mi cocina han pasado unos bollos muy parecidos, aunque diferentes en la forma. Y es que es verdad que mucha repostería nórdica comparte el uso del cardamomo y de la canela y de añadir mantequilla a sus masas. Luego varía la forma que se le de, que será distintiva de cada país o zona geográfica.
ResponderEliminarAún recuerdo aquellos bollos. Ideales para acompañar un té, tal cual los ilustras tú en tu entrada. No hay duda de que en esta ocasión te has montado una historia que ha hecho volar nuestra imaginación.
Besos y feliz semana.
Te han quedado de maravilla y qué delicia!! El cadamomo me encanta es perfecto en reposteria , salsas... Una entrada perfecta en todos los aspectos. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarVirginia me has emocionado con ese relato, lo sabes hacer todo hasta escribir bien.
ResponderEliminarEstos bollitos han de ser muy aromaticos el cardamomo me encanta, aunque la canela que no me la toquen.
Besos
AMO el cardamomo, especialmente en panes! Te salieron increíbles Vir! Junto con el cuento son el complemento perfecto para uno de ésos días donde nos abruman las preguntas.
ResponderEliminarMe gusta la receta, me gustan los bollitos, me gustan las fotos, me gustas tú, me gusta Ibán! En fin, ole, ole y ole!
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