Estos últimos meses nos hemos estado quejando de que el verano por aquí ni asomaba¡¡¡¡ Lluvia, viento, frío y días grises nos acompañaban de continuo. Pero desde hace unos 15 días el sol resplandece y tenemos temperaturas de 35ºC.
Os tengo que confesar que para mi son excesivas, yo soy del Cantábrico, y el fresquito de los 25ºC me da vida.
Uno de estos calurosos fines de semana, aprovechamos para acercarnos a la zona del Urdaibai (Bizkaia). Por si no lo sabéis, en la zona del Urdaibai encontrareis un parque Natural Reserva de la Biosfera, y a los que no lo conozcáis os animo a que lo visites, es increíblemente hermoso y lleno de contrastes. Encontrareis bellas playas, con la entrada de la ría de Mundaka en el mar, y que cuando baja la marea, casi puedes cruzarla a pie. Un paisaje absolutamente impresionante. Es lo que tienen las mareas aquí en el Cantábrico.
A estas maravillosas costas les acompañan habitualmente bosques preciosos, cuajados de pequeñas colinas verdes, ahora mas doradas por efecto del verano, y que cuando se encuentran cerca de la costa, inexorablemente van descansar al mar.
Estas colinas, están salpicadas de caseríos, la casa tradicional vasca de los baserritarras. El paisaje resulta idílico, es como si disfrutases de una pintura, o de las vistas desde la ventana destinada exclusivamente a su contemplación.
Los caseríos en esta época del año se engalanan con geranios, begonias, alegrías y demás flores de colores, que nos anuncian que el verano y el buen tiempo ya están aquí. Cada caserío además cuenta con su huerta y/o su cuadra con ganado, además de contar generalmente con unos hermosos árboles frutales.
De hecho el calor suele arreciar entre los meses de Julio y Agosto, pero como os decía, un día caluroso como el que nosotros tuvimos el pasado fin de semana, puede sin embargo finalizar con una típica tormenta de verano. Justo lo que nos ocurrió.
Cerca de la cueva, subiendo una pequeña rampita de nada, (casi 3 km), te encuentras con una de las obras pictóricas al aire libre mas peculiares, el bosque de Oma, también llamado Bosque encantado de Oma. Es una obra artística realizada por el pintor y escultor vasco Agustín Ibarrola. Ibarrola ha utilizado los troncos de los arboles como lienzo para contarnos pequeñas historias, y según desde donde los observes se pueden ver distintas figuras. Una autentica maravilla.
Pues bien, mientras disfrutáramos del recorrido por el bosque, las sorgiñak decidieron empezar a mover sus escobas y los relámpagos nos quisieron avisar que la lluvia refrescante y purificadora estaba de camino.
De pronto, mientras descendíamos del bosque, el día oscureció, y empezó a llover de una forma torrencial, con granizo incluido. Imaginaos como llegamos abajo, lloviendo como llovía, tal y como podéis comprobar por las fotos.
Eso si lo pasamos en grande, hacía tiempo que no me dejaba empapar por la lluvia de esa forma.
Así es como puede ser un día de verano en mi tierra. Los que queráis acercaros por aquí, no dudéis en junto a la toalla de playa, incluir el chubasquero y un paraguas. Aquí se disfruta de todo, a lo grande.
Y como no me podía despedir sin receta, os dejo un postre típico de mi tierra, Mamia o lo que se denomina Cuajada, un producto lácteo resultante de la coagulación de la leche pasterizada que, tras haberle añadido un fermento denominado cuajo, se deja enfriar hasta alcanzar una temperatura de 35º C.
El cuajo fermento que se produce en el estómago del animal cuando está en periodo de lactancia, lo podemos encontrar en farmacias o tiendas especializadas.
Sencilla y rica a mas no poder. A mi me gusta prepararla con leche de oveja, que le da su sabor auténtico, y tomarla con miel. Además la cuajada resulta mucho mas digestiva que la leche por si sola.
Vamos con la receta:
INGREDIENTES:(Para 5-6 cuajadas)
- 1 litro de leche entera (preferiblemente de oveja)
- 20 gotas de cuajo líquido.
- Miel y frutos secos para acompañar.
PREPARACIÓN:
1.- Calentamos la leche hasta los 50-55ºC para el cuajo de repostería, y 34-38ºC para el cuajo de farmacia. Es importante no sobrepasar estas temperaturas. El calor destruye el cuajo,al igual que ocurre con la levadura en panadería.
2.- Retiramos del fuego y vertemos las gotas de cuajo bien en el litro del leche directamente, en cuya caso serán 20 gotas para 1 litro, o directamente en los cuencos de barro, que serán de 3-4 gotas para cada cuenco.
3.- Si hemos optado por cuajadas individuales, vertemos la leche en los cuencos de barro con el suero y dejamos cuajar SIN MOVER. Unos 10 minutos serán suficientes.
4.- Cuando haya cuajado llevamos a la nevera. NO ANTES, pues sino no nos cuajará.
Para que no tengamos problemas con la coagulación de la leche, es conveniente que la leche sea entera o como mucho semidesnatada, pero de calidad y sobre todo de las denominadas "leches frescas o leches del día", que son las que tienen el proceso de pasterización, y no las de brick normal, ya que el proceso de estas es UHT. No todas las leches sirven para preparar cuajada.
Y como os decía si es de oveja, mejor que mejor. Aunque no a todo el mundo le gusta la leche de oveja.
En Navarra, suelen colocar unas piedras incandescentes para calentar la leche, y le concede una sabor especial, como a leche quemada, que no a todo el mundo gusta.
Y ahora a disfrutar de esas cuajadas y sobre todo del verano que nos espera.
VIRGINIA
Me ha encantado todo el paseo ha sido precioso y muy refrescante, que belleza y encanto especial tiene el norte.. además la receta de la cuajada le va como anillo al dedo para cerrar con un postre que no necesita nada al igual que el paisaje de tu tierra solo cabe la admiración por su belleza natural.
ResponderEliminarLas fotos preciosas... y esa cuajada habrá que probarla :)
ResponderEliminarbesos
Que buena idea y es una combinación perfecta, recorrido por el Urdaibai, incluido paseo por Oma, un indispensable los últimos veranos, y la mamia, que tan buenos recuerdos me trae. Gran post.
ResponderEliminarVirginia, son unas fotos preciosas que invitan a conocer tu tierra. Me falta conocer la zona del Cantábrico así que voy a ir preparando un viaje como es debido. Y tampoco pienso saltarme la cuajada. Besos.
ResponderEliminarMaravilloso paseo por Urdaibai, Virginia, no solo cocinas bien, eres una estupenda escritora paisajista. Y el amor a la tierra es lo que tiene, que contagia. ¿Donde compras leche de oveja? Yo he visto leche de cabra pero no de oveja.Un abrazo.
ResponderEliminarGracias preciosa. La leche de oveja la encuentro en Eroski, de "Ultzama". Hasta hace poco tambien tenían en el CI, pero ahora solo tienen de otra marca y semidesnatada. Eso si, en el club de Gourmet tienen tambien leche de oveja, cabra y vaca ecológica, pero casi me da un chungo cuando me dijo el precio. Mas de 4,00.-€. No es normal por muy ecologica que sea. Ni a precio de oro. Espero que te sirva. Bss
EliminarQue bien Virginia, disfrutar de un día a sí en familia y en tu tierra eso no tiene precio!!
ResponderEliminarLas fotos son preciosas que ganas me han entrado de visitarlo la cuajada seguro que esta riquisima con leche de oveja no la he probado pero si con leche de cabra y esta muy rica aunque el sabor es mas fuerte!
Feliz verano
Mamia...¡¡Que rico!!
ResponderEliminarRecuerdo que cuando aprendía ha prepararla nos contarón que antiguamente se echaban piedras muy calientes en los calderos repletos de leche, seguro que estarían muy limpias jajaja. Que bonita es toda aquella zona, de verdad, pero lo mejor es lo bien que se come ;)
La verdad es que es cierto¡¡¡ Aquí se come de vicio, sobre todo porque lo principal en el plato es la calidad de la materia prima, sin demasiados aditamentos. Así que tengo siempre yo a mi costilla, acostumbrada al paladar sencillo, protestando por las especies y hierbas que incorporo a mis platos. Bss
EliminarOhhh, cuajada casera. Qué fabulosa, qué maravilla!!! De los postres tradicionales que más me gustan. Te quedó fabulosa!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por descubrirnos esos maravillosos rincones. Tiene mucho encanto dejarse empapar por una tormenta de verano...Qué recuerdos...
Precioso!! Que ganas de ir a visitarte después de tu post. besos
ResponderEliminarPues ya sabéis yo lanzo el guante. ¿Quedada en el País Vasco???? Os aseguro que además de pasarlo en grande, vamos a comer muy bien y vais a visitar lugares preciosos¡¡¡ Bss
EliminarQue suerte esos paisajes maravillosos, y yo en el asfalto trabajando!! Desde Madrid yo añoro el norte que me encanta todo. Por un ratito me he metido en tu viaje y tus fotos, preciosas. Y la cuajada me chifla. Saludos >_<
ResponderEliminarPrecioso paseo Virginia, así es el Norte, maravilloso. Como tú pienso que son unos paisajes increíbles donde el mar, la montaña o el bosque están unidos y tan cercanos.. Preciosidad de paseo.. Tu recomendación de toalla, chubas y paraguas es genial, yo añadiría unas katiuskas, jajaj bssss
ResponderEliminarConozco la zona y es preciosa de verdad.
ResponderEliminarLa cuajada con un poquito de miel o mermelada es maravillosa.
Un beso.
Que precioso paseo Virginia, adoro el norte de España, pero al revés que los de allí, yo necesito los 35 graditos todo el verano... ¿seré masoca? creo que a lo que estamos acostumbrados cada uno.
ResponderEliminarBesos
Nieves
Me ha encantado la excursión. Y la foto de los troncos de árbol pintados es total. Un besito.
ResponderEliminar¡Me has devuelto a casa por un rato, Virginia! Yo como tú vivo en Castilla, pero también soy de bizkaia y quieras que no ese verde de nuestra tierra se echa de menos aunque esta tierra que nos acoge tiene otros encantos.
ResponderEliminarSigo deleitándome con tus fotos.
Feliz día.
Marhya (enmilbatallas.com)
Maravillosas fotos Virginia, fotos y parajes, qué envidia, y ya verás como vienen las sorginak y os traen los 25 grados :), que ya los pillaba yo para mi cuerpo, qué caloooorrr!!!.
ResponderEliminarOpino como tú.
Lo de las piedras en la cuajada, me suena haberlo visto, a mí sí que me gustaría...
Un saludo.
Bonito relato de tu paseoy preciosas las fotos de tu tierra, que maravilla...Y para colofón final esa receta de cuajada, que rica...!!!
ResponderEliminarBesos..!
Te lo contaré la semana que viene que empiezo vacaciones pero para mi el verano es ideal, las tempestades al atardecer son lo mejor para disfrutar de una noche fresca. Precioso paisaje. Disfruta. Un beso.
ResponderEliminarQué paseo mas bonito por tu tierra Virginia! Casi he podido sentir el olor a tierra mojada y el verde de su paisaje ha penetrado hasta el fondo mis pupilas. Solo alguien con una sensibilidad especial es capaz de plasmar y contar como tu lo haces... la cuajada ha sido el cenit a tanta belleza. Un beso guapísima (no creas que me he olvidado de tu pastel, estoy esperando la vuelta de mis hijos para hacérselo)
ResponderEliminarVirginia, que reportaje tan bonito.. impresionantes fotos.. el bosque de Oma, me ha parecido mágico, fantástico, imponente.
ResponderEliminarLos caseríos, las colinas... yo tampoco soy persona con estos calores así que como tú agradezco estas tormentas inmensamente... Pocas veces podemos fusionarnos con ellas, dejándonos mojar (o tememos por el bolso, el móvil, los papeles o hace frío...), pero es una de las mejores sensaciones del mundo.
La cuajada me encanta.. aunque las veces que he pedido por el cuajo (no mucho) no he encontrado .. aunque tengo que investigar más. Con esta receta me han entrando ganas porque la cuajada es un postre genial.
Un beso y feliz día!!!!!!!!
Un gustazo el paseo que nos has mostrado Virginia! Tienes a tu alcance mar y montaña con todo lo bueno que ello conlleva.
ResponderEliminarEn cuanto a la receta, nunca hice cuajada en casa así que la próxima vez que vea la leche de oveja la compraré (aunque sea de la cara, un día es un día!)
Besos y sigue disfrutando como lo haces, es un lujazo.
Un bonito paseo gracias a estas fantásticas fotografías y con ducha refrescante final y todo :o)
ResponderEliminarY unas cuajadas de verdad, que ya me he cansado de ver tantas cuajadas en internet que no son cuajadas sino gelatinas... pero eso si calentando la leche con piedras nunca la he preparado !
Besos,
palmira
Que fotos mas bonitas, el paseo seguro que mereció la pena aunque acabará con ducha incluida!!
ResponderEliminarBesos
Madre mía Virginia.... nos encanta la quesada pasiega... la hemos intentado alguna vez pero nunca hemos terminado muy contentas con el resultado... Pero la tuya es perfecta!!! Encima con el paso a paso!!
ResponderEliminarLa vamos a hacer ya!!
Saludos 'especiados'
Yo, que te he contado lo que me gusta la cuajada en tu entrada posterior, y que tengo un familiar que se dedica a la crianza de ganado ovino y bla bla bla, ¿qué te voy a contar ahora? Je je je. Tengo la receta de la cuajada de leche de oveja, que me costó lograr hacer una realidad por el tema de la temperatura, pero salió. Imagino que cuando hablas de la cuajada de repostería, debe ser la que venden en polvo de una famosa marca, ¿verdad?
ResponderEliminar¿Y ahora vas a ser también nuestra cameladora turística? No te basta con ponernos la miel en los labios con tus delicias que también con el entorno que nos muestras. Ha sido leerte "Parque Natural" para estar imaginándome de paseo por allí, y rodeada de brujillas, aunque seguramente que benévolas. ¡Qué parajes más bonitos! Nunca he estado de fijo en el País Vasco, y es una de las comunidades en mente. Algún día se hará realidad.
Besos y feliz domingo.
Unas fotos maravillosas!!! Y sobre la cuajada tengo que decir que algún día tengo que probarla... Sí, todavía soy de esas personas que no la ha comido nunca, jejejeje.
ResponderEliminarUn besito,
Sandra von Cake