Llevo una temporada de lo mas afrancesada, en el sentido gastronómico de la palabra claro está. Y es que me apetece una enormidad meterme en la cocina con pucheros y cazuelas, y hacer preparaciones de esas que dedicas tiempo, y sacas el sabor y el color del fondo de los pucheros. Me encanta esa cocina de siempre. Se que habrá muchos que ante las palabras raras y las preparaciones mas o menos largas, con lo pillados de tiempo que andamos en estos tiempos, pasen de largo, pero que se le va a hacer, este es mi blog, y cocino lo que me apetece, faltaría mas. En casa me lo agradecen y mucho, y a los que habitualmente me acompañais os animo a arrimar al fuego los pucheros, y a deleitaros con una preparación trabajada y llena de calor.
En esta ocasión se trata de una preparación a base de marisco, pero ojo, que aunque el plato estrella de esta sopa cremosa se realiza con langosta, el famoso bisque de langosta, no vamos a rascarnos el bolsillo, nos vamos a ir al humilde buey de mar, que concede una sabor a mar extraordinario y no nos va a hacer un estropicio en la cartera. Es mas, el buey de mar lo conseguimos aquí, y la langosta vaya Vd. a saber de que mares lejanos nos la traen... con lo que ello conlleva de perdida de sabor.
El "bisque", no es sino una sopa velouté, en lenguaje castizo una sopa cremosa, y muy condimentada de origen francés, elaborada a partir de un coulis de crustáceos. Puede hacerse de langosta, bogavante, cangrejo, gamba o cangrejo de río y se sirve tanto fría como caliente, generalmente decorada con perejil picado, y servida en un tazón bajo de dos asas.
Una vez salteado el marisco y las verduras, se le añade vino blanco, agua y elementos aromáticos, y se cuece a fuego lento antes de proceder a elaborar el puré. El resultado finalmente se filtra con ayuda de un chino para extraer el coulis, que se espesará con nata para obtener la consistencia de una velouté. Para espesarlo hay quien utiliza arroz, o incluso un roux.
Y ¿de donde viene el nombre?.... me vais a permitir que os de la murga un poco mas y os cuente las dos historias, porque una de ellas hace alusión a mi tierra, o bueno a mi mar, ya que a pesar del origen incierto, sugieren que proviene del Golfo de Vizcaya (Biscaye), dado que en la cocina de esta provincia se utilizan ingredientes similares a los de la receta. Otra creencia es que el nombre, se debe a la doble cocción de la elaboración, es decir, que proviene de ‘bis cuites’ (dos veces cocido). En fin que a mi me hace mas ilusión quedarme con la primera, entenderéis el "por qué".
En esta ocasión en lugar de vino blanco hemos utilizado Armagnac y dentro de las verduras hemos añadido hinojo que le da un toque dulce anisado que combina a la perfección con el marisco. Además del bouquet garní en el que hemos añadido estragón, hemos utilizado azafrán y el resultado es impresionante. Probadlo porque no os arrepentiréis si os gusta el marisco y los sabores a mar.
Vamos sin tardar con la receta, cuya inspiración contrariamente a lo que pudierais pensar ha llegado de la mano de una revista británica BBC Food. Una receta que vestirá vuestras mesas en esas ocasiones especiales¡¡¡
INGREDIENTES: (Para 4 raciones)
- 1 buey de mar de 800-900 gr.
- 2 Cucharadas de mantequilla mas francés (o aceite de oliva virgen).
- 1 zanahoria.
- 2 chalotas.
- 1 tallo de apio.
- 1 bulbo de hinojo
- 1 diente de ajo picado muy fino.
- 3 Cucharadas de Armagnac.
- 1 Cucharada de pasta de tomate.
- 1 bouquet garni con estragón, laurel y tomillo
- Unas hebras de azafrán.
- Agua fría.
- 150 ml de nata 18% m.g.
- Unas gotas de zumo de limón.
- Sal y pimienta recién molida.
PREPARACIÓN:
Troceamos las verduras muy pequeñitas. Ponemos al fuego una cazuela grande y ancha, a ser posible de hierro colado, con 2 cucharadas de mantequilla o aceite. Añadimos las verduras, salvo el ajo, y dejamos pochar a fuego medio fuerte durante 10 minutos. Que pochen dorándose un ligeramente.
Una vez salteadas las verduras añadimos el buey entero y vivo. Se trata de que el animal pierda fuerza porque una vez ya no se mueve, lo sacamos, y aquí viene la parte mas delicada y fea del asunto, pero absolutamente necesaria, ¡no sabéis lo que me costó!. Retiramos las patas y abrimos el caparazón. Retiramos el coral y a la cazuela nuevamente en trozos para que se saltee.
Ojo, los jugos que suelta van también a la cazuela, son muy importantes para el sabor.
Salteado el buey, y caramelizadas las verduras con el jugo que ha ido soltando, añadimos el ajo picado muy fino, dejamos cocinar un par de minutos y desglasamos la preparación con el Armagnac.
Añadimos la pasta de tomate, las hebras de azafrán tostadas ligeramente en un papel albal para extraer sus aromas, y el bouquet garní con el estragón, el laurel y el tomillo.
Cubrimos con agua fría. Dejamos cocinar a fuego medio bajo por espacio de unos 13 minutos, desespumando la preparación en la medida que sea necesario.
Transcurridos los 13 minutos, extraemos las patas del buey y reservamos, no queremos que la carne del buey se nos reseque. Ojos solo las patas, el caparazón seguirá cociendo con el resto de las carcasas. Cuando enfríen las patas extraemos la carne y reservamos para la guarnición.
Seguimos cocinando a fuego medio bajo, espumando durante otra media hora, destapado y dejando que el caldo se vaya reduciendo.
Una vez tenemos el caldo lo colamos por un chino apretando bien las verduras y las cáscaras para extraer los jugos. Retiramos las cáscaras (todas) y el bouquet garní. Trituramos las verduras con el caldo resultante.
Ponemos de nuevo al fuego y dejamos reducir 1/3 la preparación. Añadimos entonces la nata y revolvemos bien para que vaya espesando a fuego medio, hasta obtener la textura deseada, unos 5 minutos. Ni un engrudo, ni una sopa aguachirri, que cubra el dorso de la cuchara.
Exprimimos sobre la preparación unas gotas de zumo de limón.
Salpimentamos al gusto y servimos, en esta época del año calentito, con la carne blanca que hayamos extraído de las patas del buey en el centro de la preparación, unos croutons y un poco de perejil picado (que yo olvidé). Quedaréis impresionados por el sabor intenso a mar, os lo aseguro.
Un entrante para disfrutar y quedar como reyes con nuestros comensales.
Consejos:
- Esta preparación podéis hacerla mas sencilla, cociendo el buey en agua hirviendo con sal y especies durante unos 13 minutos, colando y utilizando el caldo resultante para la preparación. Os ahorrará tiempo, pero a mi entender se obtiene mas sabor, salteando primero el buey con las verduras.
- Podéis espesar el caldo cociendo arroz con él una vez colado. En ese caso, o bien retiráis el arroz y utilizáis solo el almidón que haya dejado, o trituráis el arroz con el caldo.
- Un roux a base de mantequilla y harina, hará también lo propio.
* ¿Qué qué es el mirepoix? No es sino una combinación de verduras cortadas en pequeños dados, empleada para aromatizar salsas, asados, caldos y sopas. Las verduras tradicionalmente utilizadas son las zanahorias, las cebollas y el apio (generalmente en proporción 1/2/1), pero tambien se suelen utilizar otras como puerros, nabos, pimientos o setas. Suele ir acompañado de un bouquet garni o especias para reforzar el sabor.
- 1 buey de mar de 800-900 gr.
- 2 Cucharadas de mantequilla mas francés (o aceite de oliva virgen).
- 1 zanahoria.
- 2 chalotas.
- 1 tallo de apio.
- 1 bulbo de hinojo
- 1 diente de ajo picado muy fino.
- 3 Cucharadas de Armagnac.
- 1 Cucharada de pasta de tomate.
- 1 bouquet garni con estragón, laurel y tomillo
- Unas hebras de azafrán.
- Agua fría.
- 150 ml de nata 18% m.g.
- Unas gotas de zumo de limón.
- Sal y pimienta recién molida.
PREPARACIÓN:
Troceamos las verduras muy pequeñitas. Ponemos al fuego una cazuela grande y ancha, a ser posible de hierro colado, con 2 cucharadas de mantequilla o aceite. Añadimos las verduras, salvo el ajo, y dejamos pochar a fuego medio fuerte durante 10 minutos. Que pochen dorándose un ligeramente.
Una vez salteadas las verduras añadimos el buey entero y vivo. Se trata de que el animal pierda fuerza porque una vez ya no se mueve, lo sacamos, y aquí viene la parte mas delicada y fea del asunto, pero absolutamente necesaria, ¡no sabéis lo que me costó!. Retiramos las patas y abrimos el caparazón. Retiramos el coral y a la cazuela nuevamente en trozos para que se saltee.
Salteado el buey, y caramelizadas las verduras con el jugo que ha ido soltando, añadimos el ajo picado muy fino, dejamos cocinar un par de minutos y desglasamos la preparación con el Armagnac.
Añadimos la pasta de tomate, las hebras de azafrán tostadas ligeramente en un papel albal para extraer sus aromas, y el bouquet garní con el estragón, el laurel y el tomillo.
Cubrimos con agua fría. Dejamos cocinar a fuego medio bajo por espacio de unos 13 minutos, desespumando la preparación en la medida que sea necesario.
Transcurridos los 13 minutos, extraemos las patas del buey y reservamos, no queremos que la carne del buey se nos reseque. Ojos solo las patas, el caparazón seguirá cociendo con el resto de las carcasas. Cuando enfríen las patas extraemos la carne y reservamos para la guarnición.
Seguimos cocinando a fuego medio bajo, espumando durante otra media hora, destapado y dejando que el caldo se vaya reduciendo.
Una vez tenemos el caldo lo colamos por un chino apretando bien las verduras y las cáscaras para extraer los jugos. Retiramos las cáscaras (todas) y el bouquet garní. Trituramos las verduras con el caldo resultante.
Ponemos de nuevo al fuego y dejamos reducir 1/3 la preparación. Añadimos entonces la nata y revolvemos bien para que vaya espesando a fuego medio, hasta obtener la textura deseada, unos 5 minutos. Ni un engrudo, ni una sopa aguachirri, que cubra el dorso de la cuchara.
Exprimimos sobre la preparación unas gotas de zumo de limón.
Salpimentamos al gusto y servimos, en esta época del año calentito, con la carne blanca que hayamos extraído de las patas del buey en el centro de la preparación, unos croutons y un poco de perejil picado (que yo olvidé). Quedaréis impresionados por el sabor intenso a mar, os lo aseguro.
Un entrante para disfrutar y quedar como reyes con nuestros comensales.
Consejos:
- Esta preparación podéis hacerla mas sencilla, cociendo el buey en agua hirviendo con sal y especies durante unos 13 minutos, colando y utilizando el caldo resultante para la preparación. Os ahorrará tiempo, pero a mi entender se obtiene mas sabor, salteando primero el buey con las verduras.
- Podéis espesar el caldo cociendo arroz con él una vez colado. En ese caso, o bien retiráis el arroz y utilizáis solo el almidón que haya dejado, o trituráis el arroz con el caldo.
- Un roux a base de mantequilla y harina, hará también lo propio.
* ¿Qué qué es el mirepoix? No es sino una combinación de verduras cortadas en pequeños dados, empleada para aromatizar salsas, asados, caldos y sopas. Las verduras tradicionalmente utilizadas son las zanahorias, las cebollas y el apio (generalmente en proporción 1/2/1), pero tambien se suelen utilizar otras como puerros, nabos, pimientos o setas. Suele ir acompañado de un bouquet garni o especias para reforzar el sabor.
Y esto es todo por hoy. A disfrutar.
VIRGINIA
VIRGINIA
Maravillosa bisque...
ResponderEliminarRara vez tengo tiempo de cocinar cosas así, lentas, largas, ricas, de las que sale el sabor del fondo de las cosas... pero cuando lo hago, todo vale la pena.
Sin duda ahora lo ha valido, y mas aún si has añadido hinojo que es una verdura que me fascina hasta el infinito.
Un entrante soberbio, sin duda, delicioso!!! Me encanta la cocina francesa, mi favorita!!! y agradezco mucho este tipo de elaboraciones, cuidadas, con mimo, con tiempo, cocina tradicional y apetecible!!! Me aburren enormemente los blogs llenos de ensaladas para compensar los excesos navideños, aburrimiento total!!!
ResponderEliminarDelicioso Vir!!!! El sabor de lo cocinado a fuego lento, siempre tiene sus recompensas y esta receta es una de ellas!! En tu mesa me sentaba yo hoy contigo para charlar y tomarnos este plato tan delicioso!! Un besote guapa!
ResponderEliminarToda una lección de buen hacer. Un plato exquisito y una presentación de 10! No creo que se pueda pedir más. Gracias por compartir semejante manjar :)
ResponderEliminarBss
Qué rico, con lo que me gusta el sabor a marisco. Lección aprendida y apuntada. Un beso.
ResponderEliminarQUé lujo (pero no para el bolsillo) de bisque ! Es una maravilla para el paladar y además el olorcillo en casa mientras la preparas ya alimenta!
ResponderEliminarPues moira me gusta también el primer orignen de su nombre, que ya tenenos los bis-cotti para el tema de cocido 2 veces jejeje
Besos,
Palmira
Virginia, una entrada divina... no solo me han gustado todos tus apuntes culturales, sino que además hasta hubiera querido más. Las fotos del buey ahí mirando a su destino (como no se te movía para las fotos???), las verduras, los cazos dónde lo has servido..enfin...es un reportaje maravilloso y una receta, que ha de ser maravillosa.
ResponderEliminarYo también soy amante de la cocina francesa y más de la cocina de horas... de su tiempo. Así que valoro doblemente la receta...
Pero hay mi Virginia....yo no puedo... no puedo meter un bicho vivo en una olla, oírle patalear... y enfin... que eso me para. Una vez que hize bisque de langosta pedí en el mercado que la asesinarán justamente a la bicha. En algunas paradas no querían hacérmelo, así que ... hasta que no me la "sacrificaron" no la compré. Es superior a mi.
Pero si vengo a tu casa....me encantará comerla!!!! Quedas avisada!
Qué maravilla de bisque, Virginia. Me ha encantado tu entrada de hoy. A mí también me apasiona la "cocina de siempre" y, de hecho, me parece complicadísimo preparar un buen plato como éste.
ResponderEliminarLas pintas de tu receta no pueden ser mejores: las fotos hablan por si mismas. Incluso puedo imaginarme el olor que debe desprender el azafrán!!!!
Me anoto tu receta. A ver si un día de éstos me pongo manos a la obra!
Besos!
A mi me lo pones sin la crema y ya me pongo las botas jaja, pero....esta crema me encanta, su sabor, su textura por todo. No compro desde hace años y también lo sumergi con mucha pena en agua hirviendo, pero no hay otra! Notas apuntadas. Besotes
ResponderEliminarMagistral la entrada de hoy !!! Tanto las fotos como la lección de cultura que nos has dado hoy.
ResponderEliminarDigna del mejor de los restaurantes franceses o porqué no del mejor de los restaurantes del Golfo de Vizcaya.
Cuando vamos a un blog esperamos encontrar una receta y unas fotos bonitas que nos inviten a elaborar la receta, pero ... venir a tu cocina es como acudir a una clase en la que se fusionan 3 cosas (la gastronomía, la fotografía y la cultura) y eso me gusta mucho.
Besos
Desde luego que a disfrutar, tiene que saber a gloria. Me encantan las elaboraciones lentas que requieren un mimo especial, el resultado es siempre fantástico y merecen la pena. Consigues que leyendo tus recetas se disfrute y aprenda.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana, Clara.
Gracias Clara, de alguna forma es lo que pretendo, no enseñar, porque no soy quien, yo estoy aprendiendo, pero me gusta compartir preparaciones y platos distintos mas allá de la mera receta. Y disfruto enormemente cuando se que disfrutais con todo ello. Bss para ti y buen finde.
EliminarQue maravilla de receta!!! Me la guardo para una ocasión especial.
ResponderEliminarBesitos
Virginia, ¿Has visto "El Festín de Babette"? Seguro que disfrutaste tanto como yo viéndola y recreándote en todo lo que se cocina y en cómo se cocina... Con tu receta de hoy, como con otras que nos traes, me pasa lo mismo: disfruto y aprendo.
ResponderEliminarUn besito y buen fine,
Marta ("Sweet & Home la Vida es Dulce")
Hola Vir! Pues mira, yo soy más de las que están un poco a tope sin tiempo ahora mismo para estas recetas tan elaboradas, pero de pasar de largo ni hablar!! En otro momento seguro que encuentro tiempo para unaa maravilla así merece la pena! Eso si, sigo con la idea de buscarte un local y que pongas un restaurante, aver si te convenzco ;))
ResponderEliminarBesos y feliz finde
Me encanta!! La presentación, la receta, tú, cada detalle, es una belleza Vir.
ResponderEliminarTe abrazo, bonita.
Unas fotos espectaculares, y una receta de aquellas que te dejan con sabor a más... me la apunto para una ocasion especial, la verdad es que no he utilizado nunca buey de mar, ni hinojo... pero lo estaba leyendo y se me hace la boca agua!
ResponderEliminarFelicidades, y gracias por compartir!
Gemma