Sweet & Sour: PASTELITOS TARRACONENSES DE ALGARROBA CON CIRUELAS AL ARMAGNAC Y AVELLANAS.

lunes, 11 de noviembre de 2013

PASTELITOS TARRACONENSES DE ALGARROBA CON CIRUELAS AL ARMAGNAC Y AVELLANAS.


¿Habeis probado en alguna ocasión la harina de algarroba? Pues si la respuesta es no, es el momento de lanzaros, aquí os dejo esta propuesta para que os animeis con ella.

Sabéis que me encanta experimentar con distintos productos y en concreto ya tenía ganas de dedicarle una publicación a la algarroba. Se trata de una vaina de color castaño claro de entre 8 y 5 cm que es el fruto del algarrobo. Contiene una pulpa gomosa de sabor dulce y agradable que rodea las semillas.

Las vainas son comestibles, y fueron muy utilizadas en periodos de escasez, en España especialmente durante la Guerra Civil. Hoy en día se utilizan como forraje y en la industria farmaceutica.

Las semillas de algarroba son muy ricas en mucílagos y se utilizan como antiinflamatorio tanto a nivel digestivo como respiratorio.

Es un alimento energético, con alto contenido en azúcares, un 50% de azúcar natural, un 10% de proteínas, así como minerales como calcio, hierro y fósforo. Tiene un color marrón oscuro, que se torna casi en negro al humedecerse. El primer aroma que  te llega es a tostado y a regaliz. El sabor es tambien un sabor a tostado pero un tanto aspero, con personalidad. ¿Es rica? Para mi gusto es distinta, nada a lo que estemos acostumbrados en nuestros paladares, pero si es rica, sobre todo si somos capaces de ver un pastelillo preparado con esta harina y no recrear en nuestro paladar el sabor del chocolate, para finalmente encontrarnos con un sabor absolutamente distinto.

Hoy en día la algarroba ha sido reconocida como "alimento natural" y suele usarse molida, en forma de harina, como sustituto del chocolate y del cacao, aunque en mi humilde opinión no se le parece tanto.

Existen dos variedades, la blanca que se da en sudameria y la negra que es la que nos importa hoy, y que se cultiva en nuestro país entre otros.

Como curiosidad os contaré que las semillas son de un tamaño y peso tan uniforme que fueron el patrón original del quilate, la unidad de peso utilizada en joyería fina.

En España se produce entre otras zonas en Cataluña y desde allí, en concreto, desde Tarragona, me traje la harina que me ha servido para preparar este bizcocho que está de morirse. Fue un regalo de mi amiga Nani, de quien ya os hablé aquí. Es un encanto de persona, y las palabras se quedan cortas para definirla, pero su blog "La cuina violeta" os contará un poco mas de ella.


Vamos con el bizcocho, es un bizcocho de otoño, o casi de invierno, por los ingredientes que utiliza. Es húmedo y muy jugoso y a pesar de lo que podais pensar, no lleva nada de cacao ni chocolate, solo harina de algarroba, aunque os pongo la opción de añadir una cucharada de cacao para suavizar. 

Va enriquecido con unas ciruelas pasas al Armagnac, que solas son un escandalo, y que le conceden no solo la humedad, sino el sabor a fiesta. Una vez probada la harina de algarroba consideré que estos sabores le iría que ni pintado, y no me equivoque.


Le he añadido  unas avellanas tambien tarraconenses, que son de las mejores que he probado yo en mucho tiempo. Y es que esa tierra, si señor es rica¡¡¡¡ Rica y bella.  

Así que ahora ya sabeís por qué estos bizcochos tienen gentilicio.


Estos pastelillos se pueden tomar solos con el café y están de vicio, pero he querido vestirlos un poco para que os sirvan de postre especial y los he rellenado con crema de mantequilla enriquecida con yemas. No es el clásico buttercream, es mucho mas delicado. Lo dicho espectaculares. Eso si, como casi todos los bizcochos sus sabores y texturas están mucho mejor pasadas las primeras 24 horas, incluso al segundo día.

Se me olvidaba, aunque esta harina ha venido desde Tarragona, no quería dejar de dar las gracias a mi amiga Teresa, que desde Mallorca fue quien me abrió los ojos con el uso de esta harina y hasta ahora no había tenido la oportunidad de darle las gracias públicamente.


Vamos con la receta:


INGREDIENTES: (Para 6 bizcochitos y 4 mini bundt-cakes)

Para los Bizcochitos:

- 110 gr de harina de algarroba.(1 cup)
- 115 gr  de harina blanca.(1 cup)
- 2 cucharadas de polvos de hornear
- 200 gr. de Ciruelas Pasas al Armagnac
- 120 gr. de avellanas tostadas, peladas y convertidas en polvo. (1 cup)
- 1 taza del liquido de las ciruelas al Armagnac.
- 113 gr. de mantequilla
- 1 Cucharada de cacao (opcional)*
- 1 Cucharadita de canela en polvo
- 100 gr de  azucar moreno.
- 1 Yogurt Bio.

Ciruelas al Armagnac:

- 500 g de ciruelas pasas secas
- 200 g de azúcar
- ¼ de litro de agua
- ½ litro de Armagnac
- 1 limón
- 1 vaina de vainilla.


Crema de Mantequilla: (Sobrará)

- 50 gr. de agua.
- 175 gr. de azucar.
- 1/2 Cucharadita de azucar avainillado o extracto de vainilla.
- 3 yemas de huevo.
- 1 pellizo de sal.
- 200 gr. de mantequilla. 


PREPARACIÓN:


Preparamos con unos días de antelación nuestras Ciruelas al Armagnac.




Para ello fundimos  el azúcar con agua a fuego lento. Añadimos la piel del limón, una cucharadita de su jugo y la vaina de vainilla partida en dos y extraidas las semillas. Dejamos que cueza hasta el punto de bola blanda (112ºC).

Vertemos el almíbar sobre las ciruelas, cubrimos con un trapo y dejamos macerar toda la noche.Durante este tiempo las ciruelas se hidratarán y se empaparán del sabor del sirope.

A la mañana siguiente  mezclamos el almibar con el Armagnac y  retiramos el limón y la vainilla. Llevamos las ciruelas en un par de tarros esterilizados y secos. Vertemos la mezcla de almíbar y Armagnac sobre las ciruelas.

Cerramos herméticamente y dejamos reposar al menos 1 mes antes de consumir. 


Vamos con los bizcochitos:




Precalentamos el horno a 190ºC, calor arriba y abajo. Y engrasamos y enhariamos bien nuestros moldes con harina de algarroba. No queremos unos bizcochitos con una película blanquecina.

En un bowl mezclamos la mantequilla con el azúcar y lo batimos hasta que quede una crema aireada, añadimos las ciruelas trituradas y volvemos a mezclar. Añadimos las avellanas en polvo y repetimos la operación. Por último añadimos el yogurt mezclandolo de la misma manera. Yo utilicé mi KA y el accesorio de pala a velocidad 1-2, pero la batidora normal con sus varillas os sirve igual. En este paso es importante que nos resulte una crema esponjosa, pues este aire dará a nuestros bizcochitos una textura un tanto liviana.

En otro bowl mezclamos las harinas, la canela, los polvos de hornear y el cacao si se utiliza. Lo tamizamos todo y lo reservamos.

Ahora vamos alternando 1/3 de la mezla de harinas y 1/3 de la mezcla líquida del jarabe de las ciruelas, mezclando bien tras cada incorporación  hasta finalizar nuestros ingredientes.

Quedaré una mezcla densa, que pensareis ¡ que es esto! si parece engrudo. No os asusteis, en el horno aligera de una forma tal que os sorprenderá. Eso si, no crecen muchisimo.


Rellenamos nuestros moldes algo mas de 3/4 y al horno unos 20 minutos a media altura. Para comprobar si están cocinados, ya sabeis, la prueba del palillo, debe de salir límpio.

Cuando estén cocidos, dejamos enfriar dentro del molde sobre una rejilla 10 minutos y entonces volteamos para extraer. Dejamos enfriar totalmente. Una vez completamente fríos llevamos a una caja de lata hermética hasta el día siguiente.

Preparamos la crema de mantequilla:



Yo lo preparo con Thx, me parece lo mas sencillo y se que no se corta¡¡¡¡

Ponemos el azúcar, el azucar avainillado y el agua en el vaso y programamos 6 minutos velocidad 2, temperatura 100ºC.

Añadimos las yemas y la sal y programamos 3 minutos, temperatura100ºC, velocidad 4. Lo llevamos a un recipiente y lo dejamos enfríar totalmente en el frigorífico.

Lavamos y secamos bien el vaso, colocamos la mariposa e incorporamos la mantequilla a temperatura ambiente, batimos a velocidad 2 hasta obtener una textura cremosa.

Ahora poco a poco y a velocidad 2, por el vocal sin parar el motor vamos añadiendo la crema de yemas fría, hasta obtener una mezcla homogéna y con textura bien cremosa. Listo.

Abrimos nuestros pastelillos por la mitad y extendemos una capa generosa de la crema. Espolvoreamos con azucar glass y listo. 


Visualmente se asemejan a los conocidos phoskitos, pero curiosamente sin chocolate y con un punto de Armagnac estupendo, para mi gusto especiales, para paladares adultos y dispuestos a probar nuevos sabores. Eso si, si vuestros hijos esperan los clásicos phoskitos, estos no son vuestros pastelitos.

A disfrutar.

VIRGINIA

24 comentarios:

  1. Qué entrada más completa! se ve todo delicioso :) no he probado aun la harina de algarroba, pero nos la pintas tan bien, la buscaré y compraré ^^ besos!

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  2. Me parecen espectaculares. La pena es encontrar esta harina. Debe ser complicado.
    Saludos desde Albacete, Virginia!
    Mamen

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  3. Que buenos... me has convencido con estos pastelitos.

    Yo sí uso habitualmente esta harina, la encargo a Rincón del Segura cada vez que pido harinas, y normalmente la destino a panes con una parte de algarroba (no panifica así que poca, y aún así da un sabor tremendo) a los que pongo ciruelas, nueces, y ahora pensaba hacer uno con castañas...

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  4. A mi el olor a algarrobo me recuerda a mi infancia (en casa teníamos un montón) y a mis padres diciendo pues no hemos comido nosotros cuando éramos pequeños, a los pobres les toco vivir la post-guerra, os podéis imaginar. Me encanta como has dado uso a la harina de algarroba, lo tendré que probar ;)!!! Un bsto y feliz semana

    Gemma

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  5. Todo un acierto los ingredientes, tienen que estar deliciosas
    Muas

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  6. Genial como siempre, me apunto la harina, pero también me ha encantado la crema de mantequilla. Un gustazo. Besotes y buena semana.
    Monie

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  7. Pero bueno, Virginia... entro aquí para echarle un vistazo de nuevo a tu croissant y me encuentro con estos pastelitos cuya harina desconocía... Además, tomo nota de la crema de mantequilla (con thx) que no se corta. ¡Y es que nunca me voy con las manos vacías!!!

    Un besito,
    Marta ("Sweet & Home la Vida es Dulce")

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  8. Oops, pues vaya metedura de pata por mi parte. Según he visto estos pastelitos en facebook me pensaba que estaban hechos de chocolate, y para nada. Menos mal que tú, maestra en harinas, nos explicas muy claramente, con ese don que tú tienes, cómo es esta harina, su color y su sabor, tan similar al del chocolate. Lo que una descubre visitándote. Y yo me pregunto ... ¿cómo organizas tu vida, Virginia? Me tienes que contar el secreto, por fis :)

    Besos y feliz semana.

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  9. Virginia, se ven deliciosos y da gusto ver como nos introduces en el mundo de las harinas, que yo en particular te agradezco y mucho, es casi casi igual al choco, pero sin serlo.
    Me ha encantado!
    Besos

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  10. La verdad es que no conocía esta harina pero en cuanto la encuentre preparo esta deliciosa receta, que como bien dices parece que lleva chocolate lo que la hace más interesante aún si cabe.
    Un besito desde Las Palmas y feliz semana.

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  11. Virginia,
    Leí ayer en EPS (El País Semanal) un artículo -no aparece la firma- que habla de la Inteligencia colectiva.Te lo copio tal cual aprece: "Actitud participativa. Ahora es el momento de tener nuestro propio sitio en la Red, que será la plataforma desde la que nos relacionaremos. Nuestre página, blog o espacio en la red social que nos interese y nos inspire. Participemos. Comentemos. Intercambiemos opiniones y resultados y veremos cómo aquello que ha empezado en el espacio virtual acabará por hacerse realidad y tal vez, como ha pasado a muchas personas, transformando nuestro día a día."
    Qué decir de todo ello? Fiel reflejo de lo que nos ha ocurrido: tener contacto con personas que tienen nuestras mismas aficiones nos une primero virtualmente, luego realmente. Y así has hechos emocionarme nuevamente con tu post. Recuerdo el dia que pasamos en Tarragona con mucho cariño, y que ya sabes que no será el único. Si mi padre viera esta entrada estaria emocionado, él era de Mont-roig del Camp, la capital de la "garrofa" a nivel nacional. Nos hablaba de los tiempos de la guerra, siendo un niño, en el que uno de los únicos alimentos era comer productos con su harina. Y ahora vas tu y nos haces unas delicatessen que me dejas sin palabras. Muchas gracias por las tuyas. Y ya te debo tres. En cuanto tenga unos dias libres te tendré que dedicar una supermegaentrada! Voy a mirar la agenda...
    Un abrazo muy fuerte,
    Nani

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  12. Preciosas palabras las de Nani que vienen a confirmar lo que iba a decir, sobre la entrada, tan delicada y tan agradecida, como siempre, como eres tú, que eres un encanto de persona. Con esta cita tan buena del EPS se refleja lo que la blogosfera, al menos en el mundo gastronómico, está haciendo...y es que personas que no tendríamos nunca la oportunidad de habernos cruzado, ahora lo hacemos y de un modo muy intenso.
    Una gran receta has hecho con esa harina de antepasados... me han emocionado las palabras de Nani sobre su padre.
    Un beso preciosa!!!! me encantan estos pastelitos tarraconenses y las ciruelas al Armangac.

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  13. Que originales y ricos te han quedado , conozco la algarroba, pero nunca he probado su harina, viendo tu receta se ve que tiene que ser delicioso su sabor, haces cosas originales y ricas como nadie. Mil besicos amiga

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  14. Me ha gustado mucho la receta y las fotos. Tengo que investigar sobre el tipo de harina de algarroba que venden por esta zona de EEUU, me imagino que la blanca (has comentado que se cultiva en sudamerica), merece la pena probar estas cosas :)

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  15. Vir mi Madre, me obligo hace unos meses a usar la algarroba para hacerle el famoso chocolate verano, y a mi tampoco me lo parece y tampoco que el cacao sea menos bueno, pero el caso es que la harina no la he visto por acá, pero me si que me gustaría probar con ella, porque viendo tus resultados no queda más que antojarse de cada cosa que nos regalas desde tu cocina! Así que me pongo manos a la obra a buscar por ahí...y ya te contaré.

    Un abrazo enorme bonita!

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  16. Virginia menudo regalo de entrada y receta¡
    Con el toque de las ciruelas y la crema suave de mantequilla debe ser un bocado de lujo, me han traído la navidad con estos pastelitos de golpe. Me encanta esta receta así que este finde toca mercado y comprar harina de algarroba que no me queda.
    Muchas gracias por la referencia, jaja menudo trasto soy y sobre todo "Doris" de Nemo no es nadie comparada conmigo ;-).
    Un beso muy grandeeeee

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  17. Ostrás!! me ha encantado esta entrada. Es bueno que vayamos recuperando ingredientes que se van perdiendo en estos tiempos. Cuando he leído "harina de algarroba" me ha sonado como a postguerra, y veo que no iba yo muy desencaminada. Este postre se lo hago yo a la cachorra y al pater ¡¡pero ya!!

    Me ha encantado!!

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  18. ¡Qué bonita tierra, ¿verdad? Con el mar y tantas riquezas de la tierra... una maravilla de receta, siempre he usado la algarroba como bebida con leche o como espesante (una cucharadita) para masas con poco gluten o helados pero nunca como protagonista principal.
    Un bonito homenaje, deseando probarlas...
    Besos,
    Palmira

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  19. He estado un poco ausente y mira todo lo que me he perdido! Bueno, cuántas recetas en una, me ha encantado esta entrada. La harina de algarroba no la he probado nunca y no sé cómo será el olor pero desde luego a la vista parece que estuvieras trabajando con una masa de chocolate. Me imagino que el bocado debe ser realmente sorprendente. La crema de mantequilla me parece tremenda.

    Un besote.

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  20. Hoy tres en uno, que ricas las tres por separado, pero juntas, un espectáculo. Yo estoy contigo, aunque la algarroba tiene un color parecido al chocolate, y en muchas recetas se usa como sustituto, no es lo mismo, pero con lo rico que está y las propiedades que tiene, vale la pena. Y las ciruelas al armagnac, para volverse loca. Me ha encantado. Un abrazo.

    besosdecanelaymenta

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  21. Pedazo entrada llena de buenos consejos, de cultura y de historia !!!
    Nunca he probado ni visto la algarroba, seguro que el día que la vea me acordaré de tí.
    No puedo imaginar su sabor. Seguro que maravilloso.
    Lo de las ciruelas ya es MANJAR ehhh !!!
    Besotes

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  22. La respuesta es no, y mira que había oído de ella, muchas veces como sustituta del chocolate o del cacao, y mira que mi novio y yo siempre habíamos pensado que, por razones obvias, no se podía parecer tanto como para considerarse un sustituto.

    Con tu confirmación, me queda más que claro, lo cual para mí es un aliciente para probarla, porque lo que no buscaba yo era algo que sustituya al chocolate sin serlo, pero sí un ingrediente diferente, y por lo que comentas tiene un sabor fuerte, o así me lo imagino.

    A ver si un día la cato :P

    Un beso!!!

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  23. Virginia, nos encanta esta combinación de ingredientes que traes en estos pastelitos, qué ricos! de pecado, vamosss.

    La harina de algarroba la conocemos y hemos probado, pero en casa no tuvo éxito.

    un abrazo guapa

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