Los que me seguís sabéis que soy mucho de lácteos, y también que me encanta la tarta de queso, especialmente la clásica "New York cheesecake". Sin embargo hoy os traigo una tarta de queso ligeramente distinta al paladar, pero muy parecida a la vista, con chocolate blanco y frambuesas.
Es la tarta que preparé para celebrar en familia el cumpleaños de mi hija, y está riquísima. Lo cierto es que nunca hubiera pensado que mezclando el queso con el chocolate blanco puede quedar tan rica, por eso siempre que había visto una receta similar, me había resistido a prepararla. Yo
Sin embargo tuve la oportunidad de probarla de las manos de Begoña este verano en Nerja, y mi hija cayó rendida. Y eso que era ella, la primera que cuando veía la receta, me decía, no no, queso y chocolate nooooo¡¡¡. El queso por un lado y el chocolate por otro.
El resultado una tarta de queso de textura increiblemente cremosa, y ligeramente mas dulce, con el aporte del chocolate blanco, que el clásico "New York cheesecake", pero que queda contrarrestado y complementado con la acidez de la salsa de frambuesas. Un acierto en toda regla.
Vamos pues con ella.
INGREDIENTES: (Para un molde de aro de 9 inches o 23 cm)
Para la base: (sobrará algo).
- 300 gr. de galletas Digestive.
- 3 cucharadas de azúcar moreno.
- 100 gr. de mantequilla derretida.
Para la salsa de Frambuesas:
- 300 gr. de Frambuesas (500 gr.)*
- 2 cucharadas de Azúcar. (3 Cucharadas)*
- 1 Cucharada de zumo de limón.
- 2 Cucharaditas de Maizena. (3 cucharaditas)*
- 100 ml de agua. (150 ml)*
Para la tarta:
- 350 gr. de Chocolate Blanco de calidad (Chocolate Belga, "KC Chocolatier")
- 250 ml de Nata para montar 35% m.G.
- 450 gr. de queso cremoso Philadelphia.
- 180 gr. de azúcar.
- 3 huevos.
- 1 Cucharadita de Extracto de Vainilla.
PREPARACIÓN:
Comenzamos preparando la salsa de Frambuesas para darle tiempo a enfriarse.
En un cazo alto a fuego medio, depositamos las frambuesas, el azúcar, la maizena, el zumo de limón y el agua. Dejamos que vaya cocinándose y cuando comience el hervor dejamos 5 minutos.
Trituramos y pasamos por un cedazo para retirar las semillitas de las frambuesas. Reservamos.
Lista nuestra salsa, precalentamos el horno a 160ºC calor arriba y abajo y con un recipiente con agua caliente en el fondo.
Preparamos nuestro molde engrasándolo bien y cubriendo la base con papel de hornear.
Vamos ahora con la base:
Trituramos las galletas hasta convertirlas en migas. Añadimos el azúcar y mezclamos bien. A continuación añadimos la mantequilla derretida y empapamos bien con ella todas las migas.
Repartimos la mezcla por toda la base del molde, presionando bien para que quede todo compacto e igualado.
Cubrimos con film y llevamos a la nevera mientras preparamos el cheesecake.
En un bowl mediano al baño maría ponemos la nata y el chocolate blanco en trozos pequeños.
Cuando la mezcla se haya derretido, retiramos y dejamos templar.
En otro bowl grande o en el bowl de la KA, depositamos el queso crema y el azúcar, mezclamos bien con la pala a velocidad 1, durante 1 minuto, de forma que nos quede bien cremoso y el azúcar repartido.
No debemos batir solo mezclar para no introducir aire en nuestra masa, y que luego se nos resquebraje el pastel en el horno. Así que sed cuidadosos al mezclar.
Añadimos los huevos 1 a 1 mezclándolos con la masa bien después de cada adicción.
Añadimos el extracto de vainilla y mezclamos.
Añadimos ahora el chocolate derretido con la nata. Mezclamos bien nuevamente hasta obtener una masa homogénea.
Vertemos 1/3 de la masa en el molde con la masa de galletas. Repartimos 3 cucharadas de salsa de frambuesas en tres puntos diferentes y vertemos otro 1/3. Añadimos otras 3 cucharadas de salsa de frambuesa nuevamente, el 1/3 de masa de queso y chocolate restante y con ayuda de una brocheta repartimos la salsa de frambuesa por el cheesecake haciendo círculos para conseguir un efecto marmolado.
Introducimos en el horno, en el tercio inferior, durante 55-65 minutos, hasta que veamos que el interior tiembla aun, pero está cocinado, ya que al enfriar gana consistencia.
Una vez horneado, apagamos el horno y abrimos la puerta para que se enfríe paulatinamente y no se resquebraje con la diferencia de temperatura.
Transcurridos 20 minutos sacamos sobre 1 rejilla y dejamos enfriar completamente. Cubrimos entonces y llevamos a la nevera al menos 6 horas. Yo toda la noche.
En el momento de servir cubrimos nuestro cheesecake con la salsa de frambuesas.
Servimos acompañado de frambuesas frescas, y la salsa cerca.
Delicioso.
Consejos:
- La verdad es que el sistema de horneado es una bomba. De hecho lo que menos me gustaba de los cheesecake era precisamente el tener que hornearlos al baño maría, porque al ser un molde de aro, había que forrarlo bien y siempre estaba con el miedo de que algo de agua hubiera entrado en el molde. Tardaba mas en forrarlo que en preparar el cheesecake. Con este método que aprendí gracias a Begoña, ha sido el descubrimiento del año.
- Si alguien no quiere el efecto marmolado o la salsa de frambuesas en la masa, simplemente prescindir de ella, pero os aseguro que le da el puntito definitivo.
- Eso si. No os recomiendo prescindir de la salsa de frambuesas en el tooping, ni tampoco sustituirla por mermelada de frambuesas. La salsa le da el contrapunto especial a este cheesecake y una mermelada lo haría mas dulzón. Si no quereis gastar en frambuesas, que están a un precio de oro para tanta cantidad, podeis comprarlas congeladas a mejor precio. Sirven igual.
VIRGINIA