Esta entrada está cargada de sabores nostálgicos. Os tengo que reconocer que desde que por primera vez aterricé en Londres, con 9 años, y descubrí el sabor de los pork pies, me engancharon. Si ya se, que a quien le dices que te gusta este pastelito, te mira con cara rara, como diciendo, te gusta esa porquería. Pues si señor, me confieso, me gusta. Y es que no es mas insano que nuestro chorizo o morcilla, y a mi personalmente tambien me encantan. Y que me decís de nuestro consabido "tocino" ehhhh, ¿que pasa con el tocino?
El relleno de este pastelito, está compuesto de carne de cerdo, bacon y panceta. Y a todos aquellos que son tan detractores del pork pie, tengo que decirles, que los pork pies comprados, no son mucho peor que una salchicha de esas que encontramos en cualquier establecimiento, lo que pasa que envuelta en pasta rica.
No soy amiga de las salchichas que venden envasadas, salvo las artesanas que compro en la Charcutería Alemana en Bilbao, que son del 25. Pero es que este pastel no se lo que tiene, que me encanta, especialmente para comerlo en versión individual, a bocaditos, como una empanada.
Así que desde que descubrí la receta de este Pork Pie para prepararlo en casa, gracias a Begoña, ya no hay razón para echar de menos estos pastelitos de cerdo, y además, comerlos lo mas sano posible, con productos que sabes que es lo que incluyes, pero con el sabor de los pork pies británicos.
He procurado no incluir demasiada grasa, la justa para darle sabor y jugosidad al pastel, y si, sin embargo carne magra, en concreto solomillo de cerdo, y buenas salchichas de Thate, la charcutería alemana de la que os he hablado. Las especias hacen el resto, porque estoy convencida que la salvia, macis y tomillo que incorporamos, le dan ese sabor tan característico que es el que a mi me pirra.
Por último en cuanto al relleno, no dejéis de incluir el caldo con gelatina, ya que aunque no consigáis que entre mucha cantidad en el pastel, como fue mi caso, le da un puntito de sabor y una jugosidad extra, que lo conservan en buen estado mas tiempo.
En cuanto a la masa, se prepara de forma muy sencilla, calentando el agua y la manteca de cerdo y volcando la harina sobre ella en caliente. Vamos, parecido al método de la pasta choux. Eso si, esta masa no incorpora sal.
Así que sin mas preámbulos vamos con la receta, que a pesar de lo que pueda parecer, es muy sencillita, y además si los haceis en versión bocado, os pueden servir de aperitivo para estas fiestas Navideñas. En cuanto a la receta, me guié por la de Begoña, aunque está ligeramente modificada, principalmente en cantidades:
INGREDIENTES (Para 2 pasteles de 10 cm de diametro y 4-5 cm de altura. Si quereis uno de 23 x 5 cm, no teneís mas que doblar la cantidad).
Para el relleno:
- 250 gr. de panceta fresca sin la parte dura.
- 75 gr. de bacon ahumado.
- 300 gr. de carne magra de cerdo (solomillo o paletilla).
- 300 gr. de salchichas de buena calidad.
- 1/4 Tsp de macis en polvo.
- 1/2 Tsp de salvia fresca picada muy fina.
- 1/2 Tsp de tomillo fresco picado muy fino.
- Sal.
Para la masa:
- 110 ml de agua.
- 100 gr. de manteca de cerdo.
- 287,5 gr. de harina.
Para la gelatina:
- 150 ml de caldo de pollo.
- 3 hojas de gelatina.
- 1 yema de huevo para pincelar.
PREPARACIÓN:
Preparamos nuestro molde/s preferiblemente desmoldables, forrando la base con papel de horno. Si no son desmoldables, cruzamos 2 tiras de papel de horno para poder extraerlo con mas facilidad, pues pesa bastante.
Preparamos ahora el relleno:
Para ello pedimos al carnicero que nos pique juntos, y mas bien grueso, la carne, el bacon, y la panceta. En caso de que no lo haya hecho el carnicero, picamos el bacon y la panceta en cuadraditos de unos 5 mm.
Picamos las salchichas, añadimos al resto de ingredientes junto con las especias y una pizca de sal y amasamos con las manos para mezclar todo. Reservamos.
Precalentamos entonces el horno, calor arriba y abajo.
Listo nuestro relleno, vamos ahora con la masa:
Ponemos en un cazo mediano, a fuego medio, el agua y la manteca hasta que esta se derrita. Retiramos del fuego e incorporamos de golpe la harina. Mezclamos bien con una cuchara de madera hasta obtener una masa homogénea. Pasamos a la mesa y amasamos ligeramente.
Retiramos de la masa 2/3, y alisamos y extendemos con ayuda de un rodillo, hasta que sea de un diámetro que abarque la base del molde y los laterales, mas o menos.
Cubrimos con ella la base/s de nuestro moldes y los laterales, ayudados de los dedos para repartirla y adaptarla bien. Sin miedo, ya que es una masa muy gustosa de trabajar y si se rompe se pega y listo.
Es conveniente que la masa sobresalga ligeramente del molde, para luego poder sellarla mas fácilmente.
Incorporamos el relleno, presionando bien para que quede bien compactado.
Estiramos la otra parte de masa, que será la tapa del pastel. Barnizamos los laterales de la masa del molde con la yema de huevo y cubrimos con la tapa. Sellamos bien presionando con los dedos.
Hacemos un agujerito en el centro de la tapa para que el pastel respire, barnizamos con la yema de huevo y al horno. Para estos pasteles individuales 1 hora fue suficiente, para un pastel de unos 23 cm de diámetro Begoña nos dice que 1 hora 40 minutos.
Pasado ese tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Cuando nuestro pastel este frío, preparamos la gelatina, calentando el caldo de pollo e incorporando las hojas de gelatina, previamente hidratadas en agua fría durante 5 minutos.
Con ayuda de un embudo o en mi caso la boquilla de relleno, vamos incorporando el caldo dentro del pastel, por el agujerito de respiración, cucharadita a cucharadita. Con mucha paciencia. En mi caso no entro, ni una cuarta parte, pero fue suficiente.
Llevamos toda la noche al frigorífico.
Desmoldamos y listo para ponernos moraditos, acompañado de una ensalada o simplemente a bocados como si se tratara de una empanada.
Consejos:
- Este pastel, al ser tipo embutido se conserva varios días, pero en el frigorífico.
- A la hora de consumir, sacar un cuarto de hora antes para que se atempere.
VIRGINIA
Por último en cuanto al relleno, no dejéis de incluir el caldo con gelatina, ya que aunque no consigáis que entre mucha cantidad en el pastel, como fue mi caso, le da un puntito de sabor y una jugosidad extra, que lo conservan en buen estado mas tiempo.
En cuanto a la masa, se prepara de forma muy sencilla, calentando el agua y la manteca de cerdo y volcando la harina sobre ella en caliente. Vamos, parecido al método de la pasta choux. Eso si, esta masa no incorpora sal.
Así que sin mas preámbulos vamos con la receta, que a pesar de lo que pueda parecer, es muy sencillita, y además si los haceis en versión bocado, os pueden servir de aperitivo para estas fiestas Navideñas. En cuanto a la receta, me guié por la de Begoña, aunque está ligeramente modificada, principalmente en cantidades:
INGREDIENTES (Para 2 pasteles de 10 cm de diametro y 4-5 cm de altura. Si quereis uno de 23 x 5 cm, no teneís mas que doblar la cantidad).
Para el relleno:
- 250 gr. de panceta fresca sin la parte dura.
- 75 gr. de bacon ahumado.
- 300 gr. de carne magra de cerdo (solomillo o paletilla).
- 300 gr. de salchichas de buena calidad.
- 1/4 Tsp de macis en polvo.
- 1/2 Tsp de salvia fresca picada muy fina.
- 1/2 Tsp de tomillo fresco picado muy fino.
- Sal.
Para la masa:
- 110 ml de agua.
- 100 gr. de manteca de cerdo.
- 287,5 gr. de harina.
Para la gelatina:
- 150 ml de caldo de pollo.
- 3 hojas de gelatina.
- 1 yema de huevo para pincelar.
PREPARACIÓN:
Preparamos nuestro molde/s preferiblemente desmoldables, forrando la base con papel de horno. Si no son desmoldables, cruzamos 2 tiras de papel de horno para poder extraerlo con mas facilidad, pues pesa bastante.
Preparamos ahora el relleno:
Para ello pedimos al carnicero que nos pique juntos, y mas bien grueso, la carne, el bacon, y la panceta. En caso de que no lo haya hecho el carnicero, picamos el bacon y la panceta en cuadraditos de unos 5 mm.
Picamos las salchichas, añadimos al resto de ingredientes junto con las especias y una pizca de sal y amasamos con las manos para mezclar todo. Reservamos.
Precalentamos entonces el horno, calor arriba y abajo.
Listo nuestro relleno, vamos ahora con la masa:
Ponemos en un cazo mediano, a fuego medio, el agua y la manteca hasta que esta se derrita. Retiramos del fuego e incorporamos de golpe la harina. Mezclamos bien con una cuchara de madera hasta obtener una masa homogénea. Pasamos a la mesa y amasamos ligeramente.
Retiramos de la masa 2/3, y alisamos y extendemos con ayuda de un rodillo, hasta que sea de un diámetro que abarque la base del molde y los laterales, mas o menos.
Cubrimos con ella la base/s de nuestro moldes y los laterales, ayudados de los dedos para repartirla y adaptarla bien. Sin miedo, ya que es una masa muy gustosa de trabajar y si se rompe se pega y listo.
Es conveniente que la masa sobresalga ligeramente del molde, para luego poder sellarla mas fácilmente.
Incorporamos el relleno, presionando bien para que quede bien compactado.
Estiramos la otra parte de masa, que será la tapa del pastel. Barnizamos los laterales de la masa del molde con la yema de huevo y cubrimos con la tapa. Sellamos bien presionando con los dedos.
Hacemos un agujerito en el centro de la tapa para que el pastel respire, barnizamos con la yema de huevo y al horno. Para estos pasteles individuales 1 hora fue suficiente, para un pastel de unos 23 cm de diámetro Begoña nos dice que 1 hora 40 minutos.
Pasado ese tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Cuando nuestro pastel este frío, preparamos la gelatina, calentando el caldo de pollo e incorporando las hojas de gelatina, previamente hidratadas en agua fría durante 5 minutos.
Con ayuda de un embudo o en mi caso la boquilla de relleno, vamos incorporando el caldo dentro del pastel, por el agujerito de respiración, cucharadita a cucharadita. Con mucha paciencia. En mi caso no entro, ni una cuarta parte, pero fue suficiente.
Llevamos toda la noche al frigorífico.
Desmoldamos y listo para ponernos moraditos, acompañado de una ensalada o simplemente a bocados como si se tratara de una empanada.
Consejos:
- Este pastel, al ser tipo embutido se conserva varios días, pero en el frigorífico.
- A la hora de consumir, sacar un cuarto de hora antes para que se atempere.
VIRGINIA
Te han salido preciosos!!!!!
ResponderEliminarMe han entrado ganas de prepararlos otra vez, pero con las "navidades" que llevo... ufff... como que va a ser mejor dejarlo para otra época...
Y es verdad que cuando preparar una receta en casa, tienes la garantía de la calidad de los ingredientes y hasta lo más "insano" se convierte en una delicia!!
Me alegro de que hayas disfrutado tanto.
Un abrazo, Begoña
La verdad es que gracias a ti, he podido volver a recuperar aquel sabor, pero en versión casera y sabiendo lo que comemos. Bss
Eliminardesde luego no hay nada como lo elaborado en casa, sano y delicioso que mas se puede pedir, me ha encantado esta receta, bicos
ResponderEliminarCuando se los vi a Begoña, me guardé la receta para hacerla un día. Por Dios que buena pinta, qué buen corte y qué sabor que tienen que tener!, el macis lo tengo sin estrenar, tengo que ponerme!
ResponderEliminarPues a mí también me gusta el pork pie. También lo descubrí la primera vez que fuí a Inglaterra y, el año pasado, me reglaron el libro "Patry" de Richard Bertinet y viene una versión con especias impresionante. Lo que pasa es que lo hago poquíiiiiisimo. Se ve estupendo, como debe ser (y en versión mini). Bs
ResponderEliminarA mí también me gustan estos pastelitos, que también descubrí en Inglaterra, en mis cursos de verano siendo adolescente... ¡Y a tí te han quedado espectaculares, Virginia!!!
ResponderEliminarMarta,
Sweet & Home la Vida es Dulce
Virginia, soy de las tuyas: ¡A mí también me encantan los pork pie y tambien me miran como si en vez de paladar tuviera una suela de zapato!
ResponderEliminarDebo de ser rara porque yo no he comido taaannn mal en Inglaterra. Tienen su cositas peculiares, pero tambien cosas muy muy buenas.
Te quedaron muy lindos Virginia, se ven tan perfectos y el relleno muy prieto, como tiene que ser.
ResponderEliminarCada cual con sus gustos, por lo tanto solo tienes que disfrutarlos.
Besitos.
ResponderEliminarNo los he comido nunca, se de uno que esto le encantaría...que bonitos te han quedado...besos
Virginia, me apasionan!! cada día te superas más, esto del primer aniversario te inspira aún más si cabe, eres impecable, bsss
ResponderEliminarNuestras empanadas mallorquines tienen similitud a estos pork pies, aquí el origen era cordero pero con el tiempo ganó el cerdo y aunque la pasta es diferente, la forma es muy parecida, seguramente el resultado es tan delicioso como las de aquí.
ResponderEliminarBesitos
Pues estoy contigo; yo soy de las que el "Pork pie" le encanta.
ResponderEliminarYo lo hice una vez y me quedó muy mojado y cuando veo la textura de este tuyo..... vaya maravilla. Me lo guardo y los compararé para ver que hice mal. Y lo repetiré.
que vistosos y ricos se ven! ideal para fiestas! besos
ResponderEliminarTe han quedado estupendos. Yo estoy enamorada de Londres desde antes de visitarlo jajaja pero es que aprovecho cualquier excusa para ir y claro, no veo muchos más sitios jajaja pero esos pastelinos y los cornish me encantan!
ResponderEliminarbesazos
Pues a mi me ha encantado, tanto su maravillosa pinta, como el rico sabor que tiene que tener, te ha quedado perfecto. Mil besicos
ResponderEliminarEs un plato ideal para preparar en estas fechas, con tiempo, sosiego y mucha disposición... Es una bomba, pero muy rica.
ResponderEliminarSaludos desde Waterbridge.
-Andy-
Esta receta va a encantar en casa.
ResponderEliminarMe encantan tus fotos y su puesta en escena.
Besos.
Fantástico plato!
ResponderEliminarCreo que te lo he dicho ya pero tienes un blog la mar de bonito! so cute como a mi me gustan, enhorabuena!! 1 besin
Hola guapa¡
ResponderEliminarA mi también me gustan estos pastelitos y me transportan alguna escapada a London así que lo quedo bien cerquita, un beso grande, Teresa
Puff! Otra receta que me estaba perdiendo. Vaya pinta! Como todo, no es lo mismo comprar un York Pie en un establecimiento de comida preparada que hacerlo en casa sabiendo cuales son los componentes del relleno. A mí me parece una buenísima opción y, estoy contigo, en que mucho peor son algunas de las salchichas que a veces compramos. Un besazo
ResponderEliminarPues he de reconocer que no recuerdo haberlo probado nunca, pero apetece.
ResponderEliminarPetó
¡Qué ilusión me hace ver esta receta! Es una de tantas que tengo pendientes de hacer desde hace muuuucho tiempo. A quien se la vi por primera vez fue a Carmen, de Recetas de tía Alia. Sé sobradamente que es un pastel muy sabroso, pues lo he podido comer, aunque he de viajar a mis tiempos de estudiante por tierras inglesas. Lo que más me ha echado para atrás es el tiempo que lleva prepararlo, que no es poco, pero quiero hacerlo, y algún día lo haré. Y como creo que es una buenísima opción para estos días que están por venir, ya le voy a tener que ir buscando un hueco en mis vacaciones.
ResponderEliminarTu versión individual, como siempre suele pasar, encandila.
Un beso!!
Qué maravilla de pastel!! te ha quedado increíble y da gusto lo bien explicado que está.
ResponderEliminarBesitos
Virginia, estos pork pie nos traen recuerdos tan buenos. Con el frio nos ponen el cuerpo muy bien.
ResponderEliminarFeliz semana,
Nani
Virginia, me recuerda el pâté en croûte, me encanta!
ResponderEliminarTiene una pinta deliciosa!
Besos,
Aurélie
Que bueno!!!! y tengo esos moldes!!! Que pinta más rica! Bss
ResponderEliminarMe encantan este tipo de tartaletas, la cocina inglesa me parece rica y interesante (bueno, todo no porqué las gelatinas no jeje) y este tipo de plato, preparado en casa con ingredientes de buena calidad son una maravilla.
ResponderEliminarAdemás esta masa tiene que ser una maravilla (aunque con lo suyo de calorías, pero oye, lo que se necesite para combatir el frío!).
Besos,
palmira
No conocía esta receta. Yo los veo riquísimos...no pienso en las calorías y listo.
ResponderEliminarBesos y Felices Fiestas.